domingo, 10 de maio de 2020

Lo que no se vio del entrenamiento del Atlético

Mascarillas y guantes para moverse por unas instalaciones desinfectadas para la ocasión, grupos de seis jugadores manteniendo la distancia de seguridad entre ellos y el mono de trabajo ya enfundado desde casa para evitar el uso de los vestuarios. Son a grandes rasgos las medidas que marcar el protocolo de LaLiga durante los entrenamientos individuales permitidos desde esta semana. Sin embargo, hay muchos más detalles escondidos de los que MARCA fue testigo aprovechando la vuelta al trabajo del Atlético.

CON EL COCHE HASTA LAS INMEDIACIONES DEL CÉSPED
Los dos campos anexos de hierba natural iban a convertirse en el escenario por el que los grupos de futbolistas se iban a ir sucediendo siguiendo su escrupuloso turno. El tercero, alejado de estos, quedaba destinado a que Oblak, Adán y Dos Santos se ejercitaran a las órdenes de Pablo Vercellone. Un control de temperatura, sin bajarse del coche, era el recibimiento del enfermero Gorka. Después, unos grupos circulaban hasta la vera de un terreno de juego y otros se dirigían hasta el aparcamiento más próximo al otro para completar su recorrido a pie. Era la manera de reducir los movimientos por el interior de la Ciudad Deportiva a la máxima expresión.

DOS SILLAS COMO TAQUILLA PARA LAS PERTENENCIAS
Una vez que se disponía a pisar la hierba, cada jugador se encontraba con dos sillas que hacían las veces de taquilla. Allí dejaba sus pertenencias y cambiaba su calzado antes de enfilar su espacio de trabajo. En ellas también disponía de una toalla y de una botella de agua. Era su particular vestuario, pues una vez concluida la sesión, volvía allí, se aplicaba el gel desinfectante que le esperaba para poder lavarse las manos, se enfundaba los guantes y la mascarilla y recorría el camino inverso hacia su coche.

UN BALÓN, INTRANSFERIBLE, PARA CADA JUGADOR
Simeone y el Profe Ortega, en uno de los campos, y Nelson Vivas y Carlos Menéndez, en el otro, daban las istrucciones, siempre cumpliendo el protocolo, ataviados con guantes y mascarillas y evitando acercarse a ninguno. Así permanecerían a lo largo de las tres horas en las que fueron recibiendo a los distintos grupos de futbolistas. Del mismo modo que ocurría con el material para el trabajo físico, cuando el plan exigía el uso del balón, cada jugador tenía el suyo propio, quedando prohibido dar pases. Los ejercicios, pese a que los grupos eran de seis integrantes (centrales en uno, mediocentros en otro, delanteros en otro....) siempre se desarrollaba en parejas... con ambos miembros bien separados.

EL UTILLERO SÓLO TOCA EL BALÓN PARA DESINFECTARLO
Pese a que habitualmente los utilleros suelen apoyar en los ejercicios de los futbolistas a modo de recogepelotas, en esta ocasión ni se acercaban al balón. Sólo había una excepción, el intervalo que discurría entre cada grupo y grupo, cuando aprovechaban para desinfectarlo por completo y dejarlo listo para el siguiente. De este modo, eran los propios jugadores los que tenían que ir detrás del esférico cuando se les escapaba.

TOMÁS REÑONES, CONVERTIDO EN 'AGENTE DE MOVILIDAD'
Si las conversaciones eran a viva voz, la entrada y salida al terreno de juego cumplía una escrupulosa mecánica. Así, mientras un grupo accedía por un extremo, el otro utilizaba un camino opuesto. Tomás Reñones era el encargado de guiar a unos y otros por distintas trayectorias para que en ningún momento llegaran a coincidir por ninguna esquina del Cerro. También se dejaba un espacio de algo mas de un cuarto de hora entre una remesa y otra.

ANDREA BERTA Y ÓSCAR CELADA, SUBIDOS A LA TRIBUNA PARA PERIODISTAS
Acostumbrados a vivir los entrenamientos a ras de césped, en esta ocasión Andrea Berta y Óscar Celada tampoco podían departir con unos y otros. Así, la tribuna destinada para que los periodistas sigan las evoluciones de los jugadores sería el lugar desde el que el director deportivo y el doctor divisaban los dos campos. Por supuesto, manteniendo las distancias entre ellos y protagonizando conversaciones a distancia como obliga la realidad de esta nueva forma de entrenar.

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