El volante campeón del mundo con Argentina en 1986, opinó sobre la Selección Argentina y Jorge Sampaoli. Además expresó que significa para él ser campeón en un Mundial y que representó ese equipo, entre otras tantas cosas.
Sin dudas la carrera futbolística de Héctor "El Negro" Enrique no fue sencilla, supo empezar jugando a la pelota en los potreros, viviendo en malas condiciones de vida y hasta una lesión en la rodilla en sus "épocas doradas" lo dejó marginado, afectándole su carrera como jugador.
Pero así como su final no fue bueno, el nudo y desenlace de esta "película" estuvo repleta de gloria, levantando los trofeos más importantes que anhela un futbolista: una Copa del Mundo, la Copa Libertadores y una Copa Intercontinental. Jugó en River Plate, uno de los 5 grandes de Argentina, entre otros clubes, pero no solo le alcanzó con eso, porque la peleó desde abajo para conseguir llegar a la Selección Argentina.
- Se puede apreciar que en esta Selección no hay equilibrio en la mitad de la cancha. ¿Vos notas lo mismo?
- Es fundamental la mitad de la cancha, fundamental el mediocampo que hizo Carlos Bilardo con nosotros en el Mundial de 1986 y hoy sería exactamente lo mismo, trabajar la mitad de la cancha para que el equilibrio sea de la mitad para adelante y de la mitad para atrás, pero se puede hacer eso si tenes control de la pelota. Si sabes volver hasta la mitad de la cancha o sabes recuperar, eso es muy importante.
- ¿Cuáles son las claves de un equipo para que pueda pasar de ronda en un Mundial?
- Si pones buenos mediocampistas con buen manejo, si soltas a Lionel Messi, y jugas con un punta, no tengo duda que van a andar bien como anduvimos nosotros, siempre hablo de nosotros porque fuimos los últimos campeones del mundo. No hay que darle toda la responsabilidad a Messi, no esperar la magia de él, más allá de que lo va a hacer. Tienen que aparecer otros jugadores que sepan romper con una gambeta o con un pase para los dos sectores. Además los números cinco tienen que llegar a posición de gol para convertir, entrar al área contraria, porque hoy normalmente los doble cinco se perfilan o para un costado, para el otro o para atrás, nunca para adelante, eso hay que corregirlo.
- Vos tuviste la oportunidad de dirigir el Mundial de Sudáfrica en el 2010 junto a Diego Maradona y conoces a varios jugadores de este plantel, ¿cómo viviste esa Copa del Mundo?
- Se cometió un error grave en ese Mundial, nos hacen un gol de pelota parada que era lo que más trabajábamos nosotros en la semana, nos durmieron y nos ganaron los alemanes. En el Mundial de 1986 también se trabajaba muchísimo, ganando 2 a 0 aquella final, nos empatan 2 a 2 con una jugada de pelota parada.
- ¿Cada sector del campo se tiene que trabajar minuciosamente para que no haya margen de error?
- Exacto, es un Mundial. Tenes que estar preparado para jugar lo más importante en tu carrera como jugador de futbol, tenes que correr, intentar y dejar la vida en cada pelota por el bien del fútbol argentino. Pero confío en que lo van a hacer, porque ya conocen el camino, ya jugaron una final, ojalá Dios quiera se dé este Mundial y puedan salir campeones del mundo.
- ¿Estás conforme con los 23 jugadores que llevó Jorge Sampaoli al Mundial?
- Es fundamental elegir bien los jugadores que vas a llevar, por ejemplo llevar más mediocampistas, no tantos delanteros que se necesitan y hay muy buenos como es el caso de Lautaro Martínez o Mauro Icardi. Pero está bien que no los hayan llevado porque donde más se necesitan jugadores es en la mitad de la cancha. Lo más importante son los jugadores, el trabajo del técnico es prepararlos de la mejor manera durante la semana, pero a la hora del partido son ellos los que tienen que definirlo. En el partido contra Alemania nos hacen dos goles de pelota parada y Bilardo trabajaba muchísimo eso durante la semana, o sea que él no tuvo la culpa. No quería festejar, ni agarrar la copa porque fue un castigo para él y sabes que, yo si fuera Carlos, todavía estoy en México dando la vuelta. “El Narigón” es único, nos preparó muy bien, no le tembló el pulso a la hora de cambiar.
- ¿Qué representó la Selección de 1986?
- Rebeldía, coraje, entrega, sacrificio y respeto por la profesión que es fundamental. Nosotros cuando empezamos de chiquitos a pegarle a la pelota, empezamos en el potrero, después fuimos a un club, una vez que estás ahí queres jugar en primera y recién ahí queres ponerte la camiseta de la Selección. Vos queres ponerte esa camiseta porque es motivo de orgullo no solo para vos, sino que para tus viejos, tus hermanos, vecinos y amigos. Cuando nosotros fuimos a México, nadie creía, nadie confiaba y fuimos allá, les ganamos a todos muy bien y espero que pase lo mismo con este equipo.
- ¿Falta algún jugador con rebeldía en esta Selección?
- Los jugadores por afuera rompen con gambetas, los que no rompen son los números 5, pero para gambetear tenes que saber, para arrancar en carrera y tirar un pase tres dedos también tenes que saber, sino te desgarras o te arrancas un pie, es difícil, hacía mucho hincapié en eso. Uno de los que tiene esas cualidades es Leandro Paredes y quedó afuera, porque el pibe recupera pelota, le das una pelota y te la devuelve. Tiene buen remate de media distancia, le pega bien a los tiros libres, todo lo que es pelota parada lo maneja bien, pero ahora es hora de mirar para adelante, se eligieron esos jugadores y Dios quiera que les vaya bien.
- Vos que tuviste el privilegio de jugar un Mundial y encima ganarlo. ¿Qué le podés decir a una persona que no sabe que es la Copa del Mundo? ¿Qué representa?
- Yo cuando fui al Mundial fui crudo, no tenía tantos partidos encima, pero el Mundial es respeto a la profesión, dejar al fútbol argentino bien en alto. Para jugar en la Selección no alcanza con ser buen jugador, tenés que tener algo más.