La noticia fue un directo al ánimo del delantero, que estará unos cuatro meses, desde el parón por el COVID-19 hasta su recuperación, sin competir. Su rehabilitación requerirá paciencia, cuidado y una exigente minipretemporada en pleno julio, requisitos de los que Jovic ya está concienciado. Es consciente de que ha tocado fondo, de que su primer curso en el Madrid ha estado salpicado por escasez de confianza de Zidane, que suele ir despacio con los jóvenes, rendimiento discreto, errores y mala suerte.
En base a eso inicia un reseteo que este último percance va a retrasar. Estaba con la moral alta, después de este tiempo sin fútbol, para demostrar por qué se hizo un nombre en el Eintracht (27 dianas y 7 asistencias en 50 apariciones) y el Madrid había pagado 60 millones de euros por él. Su objetivo ahora es reponerse bien y lo más pronto posible, apurar sus opciones de llegar al tramo final y más decisivo de la Liga y, sobre todo, a la Champions, que está prevista para agosto.
Pretendientes en Italia
Jovic quiere otra oportunidad no sólo en lo que resta de 2019-20, sino también en la 2020-21. Siente que, por la falta de minutos, no ha podido acoplarse como le hubiera gustado. Sólo ha disputado 770 muy espaciados, lo que le coloca como el jugador 19 de la plantilla en participación. En ellos ha aportado 2 tantos y 2 asistencias, con un promedio de intervención en un gol cada 192,5 minutos.
Por eso cree que no ha tenido una oportunidad real, que es lo que persigue. Pretende, al menos, darse una temporada más para contar con más tiempo; si no es así, buscaría una salida; si juega más y no alcanza su nivel, también. Le han llamado en los últimos meses clubes como Nápoles y Milán.
En las recientes conversaciones con San Siro se informó del interés pero se explicó que la crisis económica tiene al club italiano atado de manos: hoy es más un deseo que algo factible. El plan de Jovic, no obstante, es triunfar de blanco y que el Bernabéu coree su nombre, como desveló su preparador físico personal en AS. El Madrid le trasladó un mensaje de confianza cuando se encontraba en Belgrado, pero el margen de error se va reduciendo...
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