Raúl González Blanco ha sido uno de los capitanes más queridos que ha tenido el Real Madrid en su historia. Siempre modesto y sin llamar la atención, Raúl dejaba sus dardos en forma de goles sobre el césped.
En cuanto a capitanes se refiere, se ha tenido en mente el estereotipo del defensor rudo, fuerte y agresivo que porta el brazalete de capitán con mano de hierro. Por ello, cuando Raúl González Blanco se embutió el brazalete de capitán del Real Madrid no se esperaba que fuera a ser uno de los mejores habidos y por haber.
Un jugador único
A pesar de haber pasado por la cantera del Atlético de Madrid, Raúl ha mostrado siempre su amor por los colores blancos. Jorge Valdano le hizo debutar con el primer equipo del Real Madrid cuando tenía tan solo diecisiete años. Pronto se hizo con el amor de los aficionados, cuando, en sus segundo partido con el equipo en el derbi ante el Atlético de Madrid, anotó su primer gol con la zamarra blanca. Cientos de goles se fueron sucediendo con el paso de los años, algunos más importantes que otros. En la final de la Champions ante el Valencia, en Liga ante el Barcelona en el Camp Nou para empatar el partido en el último suspiro y un largo etcétera.
Capitán en Madrid y en Gelsenkirchen
Con la marcha de Fernando Hierro del equipo, se convirtió en el capitán en el año 2003, cuando llevaba nueve años en el club. Con él defendió al madridismo hasta 2010, cuando se marchó del equipo con rumbo a Gelsenkirchen, donde también llegaría a ser el héroe para los aficionados 'mineros' del Schalke. Setecientos cuarenta y un partidos y trescientos veintitrés goles, ha anotado Raúl en las dieciséis temporadas que ha permanecido en el conjunto de Chamartín.
Un delantero de área, de los que ya no quedan, que esperan pacientes al rechace siempre en el lugar adecuado, que iba bien para rematar de cabeza y se partía la cara por el equipo. En los dieciséis años de carrera en los que Raúl ha defendido el escudo del Madrid, nunca ha sido amonestado con una tarjeta roja, muestra de su insaciable pero cauto estilo de juego. No tardó en regresar a vestir los colores del Real Madrid, cuando, una vez anunciada su retirada, regresó a las oficinas del Real Madrid para ponerse el chándal de entrenador y dirigir a las categorías inferiores de los blancos. Desde junio de 2019, ha relegado en el banquillo del Castilla, al que fuera su compañero en los inicios, Álvaro Benito. Con los mandos del Castilla en sus dominios, la posible aparición del 'eterno 7' podría no ser del todo descabellada.
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