Se cumplen cuatro años desde que el delantero rojiblanco comenzase su racha de 146 partidos consecutivos disputados en Liga, sin faltar a una sola de sus jornadas desde entonces.
20 de abril de 2016. Trigésimo cuarta jornada del campeonato liguero correspondiente a la campaña 2015-16. Iñaki Williams sustituía a Muniain en el minuto 59 de aquel encuentro contra el Atlético de Madrid. Desde entonces, 146 jornadas después, Williams ha participado en todos y cada uno de los partidos de la competición.
Se dice muy pronto, pero el dato es de una relevancia mayúscula. Tanto que, con solo 25 años, se trata del jugador en activo con más jornadas consecutivas disputadas en la Liga española, de largo. Detrás queda el portero Diego López, que llegó a acumular 121.
En términos absolutos, solo existe un precedente que supere el dato de Iñaki. Se trata del defensa de la Real Sociedad Juan Antonio Larrañaga, que entre las temporadas 1987 y 1992 encadenó 202 partidos consecutivos.
Los inicios de la pantera
Hijo de africanos, nacido en Bilbao y criado en Navarra, el jugador pasó a integrar el entorno deportivo de Lezama en categoría cadete. Tras ir superando etapas, sus excelentes números en el Bilbao Athletic le abrieron la puerta de San Mamés.
Fue en 2015 cuando, de la mano de Ernesto Valverde, el veloz delantero debutaría con el primer equipo. Tras una corta etapa de adaptación, "la pantera" se ganó la categoría de fijo sobre el terreno de juego.
Desde entonces, 5 temporadas después, Williams ha acumulado 238 partidos (200 de los cuales de titular) y 58 goles en todas las competiciones. Así, teniendo en cuenta el progresivo descenso en el protagonismo de don Aritz Aduriz, su figura se ha ido tornando en indispensable para el Athletic Club.
Pieza indispensable
Él lo sabe, la afición lo sabe y el club lo sabe. Por ello, en verano de 2019 firmaría un contrato que le une a San Mamés hasta 2028, con una cláusula de 135 millones y un sueldo de verdadera súperestrella.
Sin necesidad de irse más lejos, Williams estaba resultando uno de los jugadores más destacados de la temporada para los de Garitano. No en vano, fue él (quizá con ayuda de Busquets) el rematador del gol que tumbó al Barcelona en cuartos de final de la Copa del Rey y el autor de la asistencia del gol de Muniain en semifinales.
Ahora el mundo está parado, y de poco vale la velocidad o el cada vez mayor acierto goleador de Iñaki. No obstante, no hay duda de que, cuando se juegue la esperadísima final de Copa, muchas de las esperanzas de la afición rojiblanca estarán en su pantera.
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