sábado, 25 de abril de 2020

La historia del Atlético de Madrid en 10 momentos



En una madrugada como la de hoy, del 25 al 26 de abril, pero de hace 117 años nacía el actual Club Atlético de Madrid en los salones de la Sociedad Vasco Navarra, en el número 25 de la calle de la Cruz, a unos pasos del kilómetro cero de la Puerta del Sol. No obstante, la idea que habían alumbrado Eduardo de Acha y un grupo de vascos residentes en Madrid llevaba fraguándose desde unas semanas antes. . El impulso definitivo de crear un equipo de vascos en Madrid fue la heroica remontada tras la que el Athletic Club conquistaba el primer Campeonato de España frente al Madrid CF.
El hecho de que la final se disputara en el Hipódromo de la Castellana (lo que hoy son los Nuevos Ministerios) les permitió ser testigos de cómo el 0-2 del descanso finalizaba en un 3-2. Así que, unos días después, De Acha aprovechaba un viaje a Bilbao para presentarse en las oficinas del club vasco con el fin de informarse de los requisitos para fundar el suyo. Regresaría a Madrid con todos los detalles, pero también con la propuesta, aceptada, de que su proyecto viera la luz como una sucursal del Athletic Club en la capital de España. Pese a que Enrique Allende pasaría a la historia como el primer presidente electo por la Junta Directiva, Eduardo de Acha no tardaría en relevarle ante su falta de ilusión en el otoño de 1903. Desde entonces, 24 hombres más (Julián Ruete y Vicente Calderón lo harían en dos etapas), se sucederían hasta llegar a Enrique Cerezo.
Siempre con muchos menos medios económicos que sus vecinos de la Castellana, eso no ha sido óbice para que a lo largo de estos 117 años rindiera sus visitas a Neptuno para celebrar los títulos que le discutía tanto al eterno rival, en un primer momento, como al Barcelona, más adelante, y convertirse en el tercer grande de España, condición que perdería en el presente siglo y que recuperaría con la llegada al banquillo de Simeone. No obstante, éxitos al margen, la grandeza y y la popularidad del Atlético viene emparentada precisamente por ganarse la simpatía de la clase trabajadora y del pueblo en general por ser capaz de hacer frente a los grandes desde su humildad y valores primigenios.
Adelardo, Luis Aragonés, Pruden, Escudero, Campos, Ben Barek, Collar, Calleja, Ayala, Arteche, Abel, Tomás, Futre, Ruiz, Caminero, Fernando Torres, Falcao, Godín y un sinfin de nombres hasta llegar a los Koke, Oblak y Saúl de hoy han forjado sobre el verde la historia de un Atlético que cuenta en sus vitrinas con 30 títulos: 10 Ligas, 10 Copas, dos Supercopas de España, una Intercontinental, una Recopa de Europa, tres Europa League y tres Supercopas de Europa. Incluso cuenta con otros ya desaparecidos pero oficializadosen su momento, como la Copa Eva Duarte de 1951 (antecedente de la actual Supercopa de España), la Copa Presidente de la Federación Española levantada en 1947 o cuatro campeonatos regionales.




Los 10 momentos más importantes de la historia del Atlético de Madrid
Si bien el Atlético ya comenzó a dejar su sello en el Campeonato Regional de la Federación Centro (actual federación madrileña), donde fue campeón en las temporadas 20-21, 24-25 y 27-28), sería después de la Guerra Civil cuando comenzaría a escribir los grandes capítulos de su historia, no sin añadir antes la edición de la campaña 39-40, la última que se disputó, a su palmarés.
Las primeras dos Ligas (39-40 Y 40-41)



Pese a que justo antes de que la Guerra Civil interrumpiera el fútbol, en 1936, el Atlético había dado con sus huesos en Segunda, la plaza vacante dejada por el Oviedo (su estadio estaba destruido) le brindó una oportunidad en 1939 de volver a la Primera división. Fusionado con el Aviación Nacional para competir bajo la denominación de Athletic-Aviación, el equipo dirigido por Ricardo Zamora vencería a Osasuna (3-1) en un duelo de promoción para determinar quién iba jugar en Primera, que sería la antesala de una temporada en la que acabaría proclamándose campeón. Pese a ser Chamartín el feudo que acogería sus partidos como local en la Liga 39-40, sería Vallecas el escenario de la última jornada tras la que conquistaría su primer título de Liga de la historia. Campos y Elícegui serían los autores del triunfo ante el Valencia, si bien aún sería preciso esperar a que el Sevilla, igualado a puntos pero con mejor golaverage, no venciera al Hércules en Alicante. El empate conseguido por el local Vilanova (3-3), ya con los jugadores rojiblancos en el vestuario tras finalizar su partido, acabaría por confirmar el título de campeones de Liga mediante una llamada telefónica al Campo de Vallecas.
Al siguiente curso, de nuevo con Zamora en el banquillo, sin Elícegui pero con Pruden y con Vallecas ya como estadio, reeditaría el título de Liga con la nomenclatura de Atlético-Aviación como consecuencia de la prohibición de los extranjerismos. Sería otra vez en la última jornada, si bien en este caso a los rojiblancos les bastaba con vencer a un Oviedo al que pasarían por encima con el doblete de Manín y el tercero de Campos.
El primer título europeo: la Recopa del 62

El Atlético de los años 60 fue uno de los más competitivos de su historia. En aquella época, de hecho, los jugadores del Madrid siempre reconocían que su gran rival era el conjunto rojiblanco y no el Barcelona. Lo era en la disputa de los títulos de Liga y en las Copas del Generalísimo, por lo que no sorprende que fuera la Recopa del 62 el primer título europeo de una entidad respetada ya entonces en todo el Viejo Continente. El Atlético se impuso al entonces campeón del torneo, la Fiorentina. Tras empatar a uno en el estadio Hampden Park de Glasgow se disputó un encuentro de desempate (cuatro meses después por la disputa del Mundial de Chile) en Stuttgart. Vencieron los rojiblancos 3-0 con tantos de Jones, Mendonca y Peiró. Tres jugadores para la leyenda.
Para llegar a la final el Atlético había derrotado a eliminado a Sedan Torcy, Leicester City, Werder Bremen y Motor Jena, mostrando siempre una gran contundencia ante su afición. Ante la Fiore se coronó una gran generación que contaba, además de los citados goleadores, con Madinabeytia en la portería, defensas históricos como Rivilla, Calleja o Griffa, así como leyendas del nivel de Adelardo y Collar. El entrenador que logró la primera conquista continental fue José Villalonga.
La Intercontinental del 75: el gran título









Entre los momentos más oscuros de la historia del Atlético aparecen las tres finales de Copa de Europa perdidas. Bayern Múnich, en el 74 y Real Madrid, en 2014 y 2016, dejaron a los rojiblancos sin la deseada conquista de las formas más crueles (desempate, prórroga y penaltis, respectivamente). Tres batacazos que dejan a la Copa Intercontinental del 75 como el título más importante de la historia del club. El Bayern renunció por incompatibilidad de fechas a jugar el torneo que enfrentaba al campeón de Europa con el campeón de América y los rojiblancos, como subcampeones, disputaron la finalísima... para ganarla.
Así, el Atlético se impuso a Independiente de Avellaneda tras caer 1-0 (gol de Balbuena) en Argentina en un partido disputado el 12 de marzo de 1975. Los rojiblancos remontaron en el Calderón con un público entregado al ganar 2-0 (goles de Irureta y Ayala) en el partido disputado el 10 de abril de 1975. Con un recién llegado Luis Aragonés al banquillo (había dado el salto directamente desde el césped a la banda) los rojiblancos se impusieron al conjunto liderado por Bochini, eterno dominador de la Libertadores durante esa época que, sin embargo, no pudo derrotar al Atlético en el título más importante del conjunto madrileño.
Luis, la primera leyenda en el campo... y en el banquillo








Del mismo modo que Simeone marca la historia reciente del Atlético, el otro gran nombre en el imaginario rojiblanco es el de Luis Aragonés. Cerebro del equipo en su década como interior del equipo (1964-74), colgaría las botas como el máximo goleador de la historia del club, condición que aún ostenta hoy después de que nadie haya alcanzado sus 173 dianas oficiales. Por el camino conseguiría tres Ligas y dos Copas, marcando también el tanto (tras un tiro libre directo, una de sus especialidades) en la fatídica final de la Copa de Europa de 1974 que se escaparía en la última acción del partido con el 1-1 que condenaba a un partido de desempate.
Pese a comenzar vestido de corto la siguiente temporada, tras seis partidos de Liga y tres de UEFA pondría, a petición del presidente Vicente Calderón, fin a su carrera para relevar en el banquillo a Juan Carlos Lorenzo. Así, capitanearía a los compañeros con los que había sufrido el varapalo frente al Bayern Múnich a la consecucción de la Copa Intercontinental. Esa primera de sus cuatro temporadas al frente del equipo la cerraría con una Liga (1977) y una Copa (1976). Posteriormente, levantaría otras dos Copas (1985 y 1992), una Supercopa de España (1985) y devolvería a la entidad a Primera en 2002. Tras 612 encuentros oficiales, es el que más veces ha dirigido a los rojiblancos.
Las cuatro Copas ganadas al Real Madrid... ¡todas en el Bernabéu!








Aunque las 10 de las vitrinas tienen el mismo valor, las cuatro conquistadas ante el eterno rival y en su propio estadio tienen una connotación especial. El Atlético inscribiría por primera vez su nombre en el palmarés de la competición en 1960 tras derrocar al todopoderoso Real Madrid de Di Stéfano, Puskas y Gento que campaba a sus anchas por Europa. Los goles de Jones, Peiró y Collar para el 3-1 final no serían una casualidad, pues al año siguiente los de José Villalonga volverían a silenciar a los 120.000 espectadores (madridistas en su mayoría) del Santiago Bernabéu con otros tres tantos (3-2). Peiró, por partida doble, y Mendonça mantendrían la hegemonía.
Como memorable sería la edición de 1992, cuando un Futre estelar humillaría al eterno rival firmando a la media hora de juego el 2-0 final que había encauzado Schuster con un magistral lanzamiento de falta en los albores del duelo. Poco después el Atlético atravesaría una durísima etapa de 14 años sin dar la cara en los derbis, hasta que Simeone le puso fin. Aquel 17 de mayo de 2013 marcaría un antes y un después, quedando para la eternidad el gol inicial de Diego Costa, el decisivo de Miranda en la prórroga y la imagen de Koke, santo y seña del club, plantando la bandera rojiblanca en el centro del césped del Santiago Bernabéu. Era la cuarta Copa en campo enemigo, y sobre todo, la que permitió volver a recobrar el respeto.
El gilismo: 33 años al frente del club de Jesús y Miguel Ángel Gil








El 26 de junio de 1987 arrancó la era más larga de la historia en el Atlético, el gilismo. Aquel día Jesús Gil y Gil ganó las elecciones a Salvador Santos Campano, Agustín Cotorruelo y Enrique Sánchez de León (los dos últimos habían sido Ministros). Lo logró sacándose de la manga el fichaje de Paulo Futre, que acababa de ganar la Copa de Europa con el Oporto y ya era una de las grandes estrellas del panorama mundial pese a su juventud (acabó conquistando el Balón de Plata durante ese año).
Durante su mandato Jesús Gil ganó una Liga y tres Copas, siendo el descenso a Segunda su gran lunar. Devoró entrenadores, protagonizó miles de polémicas y su paso a la política le llevó a centrarse en la alcaldía de Marbella y la multitud de problemas que le ocasionó. A su sombra creció Miguel Ángel Gil Marín, escudero cuando su padre mandaba y actual máximo accionista y consejero delegado de la entidad. Nada se hace en el Atlético actual sin consentimiento de MAG, uno de los hombres de fútbol con más años en el cargo. Este año se cumplirán 33 años de gilismo en una entidad que se convirtió envuelta en la polémica en SAD y que en los últimos años ha recuperado la grandeza de la mano de Simeone.
El Doblete








Un doblete Liga-Copa en toda la historia. Un Doblete, en mayúsculas, que cumplirá 25 años en 2021 y que marcó a una generación que llevaba casi dos décadas sin ver a su Atlético ganar la Liga. Aquel equipo de la temporada 95-96, con el recién fallecido Radomir Antic en el banquillo, venía de dos temporadas peleando en la zona baja de la clasificación. El serbio, sin apenas fichajes, diseñó un once que todos los rojiblancos se saben de memoria (Molina; Geli, Santi, Solozábal, Toni; Caminero, Vizcaíno, Simeone, Pantic; Kiko y Penev). Primero ganó la Copa al Barcelona en La Romareda y luego aguantó el tirón del Valencia para ganar la Liga tras vencer 2-0 al Albacete.
El fichaje de Pantic (autor del tanto en la final de Copa) fue clave por la importancia que tuvo a balón parado. Pero había mucho más: dos laterales que eran cuchillos, una pareja de centrales que cortaba y empezaba el juego (acompañada por un Molina que ejercía de líbero), un Vizcaíno fundamental para dar equilibrio, Simeone con su garra y llegada, así como el talento para generar juego de Caminero y Kiko. Penev ejerció de matador en una máquina que el año siguiente fue el único equipo que ganó al campeón de la Champions, el Borussia Dortmund. Llegaron a cuartos y les eliminó el Ajax tras fallar Esnaider un penalti. Aquel título habría coronado a uno que sin esa conquista es de los mejores Atlético de la historia, el Atlético del Doblete.
El descenso y los dos años en Segunda








Apenas cuatro años después de tocar el cielo con el Doblete los rojiblancos descendieron al infierno de Segunda pese a contar con una plantilla de enorme calidad en la que su gran estrella, Hasselbaink, falló un penalti que certificó el empate a 2 en Oviedo que pasó a ser el peor momento del Atlético en la era moderna, el segundo descenso de toda su historia. La temporada 99-00 estuvo plagada de todo tipo de incidentes, siendo clave la intervención judicial que quitó las riendas a Jesús Gil durante parte de la temporada y que provocó que lo deportivo pasara a segundo plano mientras se dirimía una lucha interna por el poder en el club.
Esa revuelta sucedió en los despachos, pero sobre el césped pocos entienden (cuando van a cumplirse dos décadas) que un conjunto con el citado Hassenlbaink, Kiko, Valerón, Solari, Baraja, Gamarra, Molina o Aguilera acabara descendiendo a una categoría en la que permaneció dos temporadas. De hecho, su nivel esa misma temporada se demostró llegando a la final de Copa y ganando al Madrid en el Bernabéu (la que fue la última victoria en un derbi hasta 2013, ya con Simeone).
El primer año en la división de Plata sería otro golpe de realidad, pues el Atlético quedaría a las puertas del ascenso. No obstante, sirvió para alumbrar el nacimiento del Niño. Con Fernando Torres echándose el equipo a las espaldas y con Luis en el banquillo, el club volvería al lugar de donde nunca debió irse.
Adiós al Vicente Calderón, legado del mejor presidente de la historia








El 21 de mayo de 2017 el Atlético se despidió ante el Athletic del Vicente Calderón. Para unos, un pisoteo a uno de los grandes símbolos del club por todas los capítulos de gloria que se vivieron en el estadio en sus 51 años de vida; para otros, un inevitable camino hacia la modernidad que entraña el traslado al Wanda Metropolitano. No obstante, su recuerdo será eterno, así como el del hombre que le dio nombre, el presidente más laureado en la historia (ganó 10 títulos con el primer equipo de fútbol, por los nueve de Cerezo).
Especialmente exitosa fue la primera etapa de Vicente Calderón, entre 1964 y 1980, cuando tomó las riendas en una etapa de crisis económica tras la dimisión de Javier Barroso, acabó las obras del Manzanares y modernizó al club. Así, a nivel social el Atlético alcanzó los 40.000 socios en 1970 y los 50.000 en 1971, cifras récord e impensables en aquellos años. En el capítulo deportivo, coleccionó éxitos nacionales e internacionales, levantando cuatro Ligas en una década (1966, 70, 73 y 77), dos Copas (72 y 86) y la Intercontinental o disputando la primera final de Copa de Europa de la historia.
Mucho más complicada fue su segunda etapa (del 82 al 87) por los problemas económicos del club . Vicente Calderón regresó por su cariño al Atlético de Madrid pero pese a sus intentos no pudo repetir los éxitos de antaño. Aún así, lograría para el club una Copa y una Supercopa en 1985, antes de su muerte en 1987.
Simeone, el hombre que cambió la historia del club








Pese a la prolífica historia que le precedía (la última Liga se había levantado con él vestido de corto), la llegada de Simeone al banquillo cambiaría por completo la posición del Atlético en España y en Europa. Más allá de sus siete títulos, no sólo ha conseguido romper el duopolio de Real Madrid y Barcelona en LaLiga, sino que, con un presupuesto para nada comparable al de las grandes superpotencias, ha conseguido dejar huella en el continente por más que hasta en dos ocasiones se haya quedado a las puertas de abrazar la Champions.
Precisamente sus éxitos sobre el verde han permitido al Atlético quintiplicar su presupuesto, experimentar un crecimiento social e institucional sin precedentes y afrontar incluso la construcción de un nuevo estadio. Algo totalmente impensable después de haber tocado fondo en Segunda o caminar sin rumbo por la élite (con la eliminación copera frente a un Segunda B como el Albacete incluida) como ocurría justo antes de que Simeone llegara para escribir la etapa más gloriosa en 117 años de vida.

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