terça-feira, 14 de abril de 2020

El fútbol necesita soluciones creativas para su reanudación en Inglaterra, y analizamos los audaces planes de la Bundesliga

No estamos más cerca de saber cuándo volvería la acción en medio de los esfuerzos globales por frenar el brote de coronavirus, pero siguen pasando muchas cosas en el mundo del fútbol. Gab Marcotti reacciona a los principales puntos de debate en su último Monday Musings.
El fútbol necesita ideas creativas para retomar la acción
En el eslabón más alto del fútbol, el foco de la atención está en cómo y cuándo se reanudará el deporte. Y es lógico. Hay contratos de televisión que hay que cumplir y las ligas, temerosas del daño económico, quieren "terminar sus temporadas", aunque eso signifique jugar hasta julio, agosto, o cuando sea. Y nos dicen que, para los aficionados, hambrientos de deportes en vivo, tener el fútbol de vuelta --aunque sea sin público, sólo en la TV o el teléfono-- sería una tremenda bendición y les daría a países enteros un impulso psicológico. Además, están aquellos que insisten en la integridad del deporte y en la importancia de terminar una temporada antes de comenzar la siguiente.
Analicemos esos argumentos uno por uno...
¿El impulso psicológico? Como la mayoría de los que estarán leyendo esto, siempre fui un fanático del deporte, y me gano la vida hablando y escribiendo de deportes, así que no voy a discutir con este punto. Ha sido extraño e inquietante no tenerlo. Pero, francamente, no es más extraño e inquietante que toda la experiencia de estar en cuarentena.
¿El dinero de la televisión? Sí, es un tema importante. La mayoría de los clubes lo tienen presupuestado, y muchos ya lo han gastado. En general estamos hablando de entre el 10 y el 15 por ciento del presupuesto anual de un club (aunque en algunos es mucho más) que se perdería si el resto de la temporada no se juega (y no se transmite). Es una gran incógnita, y, por cierto, en muchas ligas (la Premier League inclusive) las emisoras ya pagaron la temporada y hasta ahora nadie ha pedido la devolución del dinero. Así que sí, es imprescindible jugar los partidos a puertas cerradas para fines televisivos, pero recordemos que estamos hablando de un puñado de ligas, en general sólo de la primera división, y en no más de una docena de países más o menos.
¿La integridad de las ligas? Este argumento, por otra parte, es más difícil de tragar.
"No queremos que se decida artificialmente quién gana la liga, quién clasifica a la Champions League, quiénes descienden y ascienden", dijo el DT de Crystal Palace, Roy Hodgson, el fin de semana. Seguro. Pero, ¿adivina qué? La vía artificial ya es lo mejor a lo que puedes aspirar. Jugar a puertas cerradas con restricciones de entrenamiento y viajes ya es "artificial". En eso no hay vuelta atrás y, sinceramente, los comentarios pretenciosos sobre la "santidad" de la pirámide del fútbol (con la Premier League en la punta y los clubes semiprofesionales, recreativos y/o clubes sin ligas en el fondo) y la "integridad" de la liga parecen un poco sordos en tiempos de crisis, sobre todo cuando la supervivencia misma de los clubes, fundamentalmente fuera de la primera división, está en juego.
Pareciera que demasiados actores --ligas, clubes, federaciones, uniones de jugadores-- no están poniendo las cosas en perspectiva. Jugar a puertas cerradas para el beneficio de la televisión podría valer la pena si las sumas son lo suficientemente grandes, pero eso sólo aplica a la punta de la pirámide. Por debajo de ese nivel, es una cuestión de economía.
En la League One, por ejemplo, suponiendo que las cadenas de televisión pidan una devolución por alrededor del 25 por ciento de los partidos que aún no se jugaron, cada equipo podría perder 180.000 dólares (£160.000). En algún punto, hay que sopesar eso contra el costo de organizar partidos a puertas cerradas: viajes, alojamiento, apoyo médico, costos adicionales de personal. Y luego está la cuestión de los salarios de los jugadores.
En este momento, algunos clubes de divisiones más bajas en Inglaterra pueden otorgar licencias sin goce de sueldo a sus jugadores, lo que implicaría que el gobierno deba absorber el 80% de sus salarios, hasta un máximo de $3,000 al mes. (Hay programas equivalentes en algunos países, entre ellos Francia, España e Italia, con mecanismos similares). Pero en el minuto que comiencen a entrenar y jugar tienen que salir del programa de licencia, lo que implica que el equipo vuelve a hacerse cargo de los sueldos. Esto se haría a pesar de que no habrá nuevos ingresos, dejando de lado los derechos de televisación que recibirán de todas maneras, ya que los partidos se celebrarán a puertas cerradas. Y eso antes de entrar en la cuestión de 30 de junio. Cualquier club que juegue en julio va a tener que extender los contratos y los préstamos de los jugadores que caduquen el 30 de junio, y eso implica más costos mientras que los ingresos por las ventas de entradas son cero.
Simplificándolo, Habrá muchos clubes para los que no tendrá sentido, económicamente hablando, jugar a puertas cerradas más allá del 30 de junio (y para algunos, incluso antes de esa fecha). Y tampoco habrá mucha justificación desde el punto de vista deportivo. Si, al igual que Bolton Wanderers, estás a 21 puntos de la zona segura con diez partidos restantes, ¿realmente necesitas jugar en estadios vacíos? ¿Para quién? ¿Para qué?
Hay muchos equipos en esta situación, equipos que no tienen nada por lo cual jugar para en realidad terminar perdiendo más dinero y poner en mayor riesgo su futuro si tuviesen que jugar en estas condiciones. ¿Por qué obligarlos a jugar?
¿Pero qué hay de la integridad de la liga y cuestiones como el ascenso y el descenso? Aquí no hay una solución perfecta, sólo algunas opciones imperfectas. Como sumar equipos en lugares de ascenso a la división sin enviar a nadie al descenso. O no ascender a nadie, pero pensar en alguna clase de compensación financiera en la que el equipo que hubiese ido al descenso compense al equipo que hubiese ascendido. O, quizá, vice versa. O quizá se piense en una especie de formato de play-off cabeza a cabeza para que algunos clubes resuelvan algunas cuestiones pendientes (como ascenso/descenso) dentro de la cancha a puertas cerradas, pero eso dejaría a los demás afuera.
El punto es que estamos en una situación de emergencia extrema y sin precedentes. Está en juego el bienestar económico, y hasta la existencia misma de muchos clubes históricos. El fútbol puede hacer lo que crea que es lo mejor para proteger a la mayoría de los clubes. A la Premier League, La Liga y otras con mucho dinero en juego por el ingreso de los derechos televisivos, puede que les convenga jugar a puertas cerradas. Para la vasta mayoría de los clubes por debajo de la súper elite, es probable que ese no sea el caso y jugar sólo implique un gasto que no podrán afrontar al haber tan poco ingreso o nada a cambio.
Lo que necesitamos son ideas creativas que se puedan adaptar a la realidad de la pandemia, no las nociones simplistas de la “integridad de la liga”. Estamos más allá de eso. El que no logre entender esto, no está presentando la suficiente atención.
El audaz plan de la Bundesliga para retomar la temporada
La Bundesliga alemana, por supuesto, está tratando de nadar contra la corriente. Su jefe ejecutivo, Christian Seifert, le dijo a The New York Times la semana pasada que esperaba regresar durante la primera quincena de mayo (el 2, el 9 y el 16 de mayo son tres fechas propuestas para reanudar las actividades). Los partidos de primera y segunda división se disputarán a puertas cerradas y todos los involucrados -- 240 por partido (incluyendo jugadores, funcionarios del estadio, medios de comunicación, personal de producción de televisión y árbitros) – se someterán a los tests cada tres días. El objetivo es cerrar todo el 30 de junio.
Es un plan muy ambicioso.


Alemania tiene más recursos para combatir el COVID-19, y han estado promediando más de 100,000 tests al día con relativa facilidad. El plan requeriría cerca de 100,000 tests en el lapso de dos meses sólo para los involucrados, pero Seifert parece estar confiado en el hecho de que tendrán la capacidad de hacerlo sin afectar los esfuerzos del personal de salud del país. De todas maneras, tal como el ex delantero de Eintracht Frankfurt, Jan Age Fjortoft, nos dijo el lunes en el podcast de Gab + Juls, hay dos accionistas clave que todavía no han aceptado el plan. Uno es el gobierno alemán, que todavía está evaluando la situación y el otro, por supuesto, es el coronavirus: no sabemos dónde se encontrará dentro de un mes.
De todas formas, es bueno tener un plan y mejor aún es contar con los recursos para poder ponerlo en acción, si es que es posible llevarlo a cabo.

Nenhum comentário:

Postar um comentário