terça-feira, 9 de maio de 2017

Infantino quiere que el Mundial de 2026 lo organicen Canadá, México y EE.UU.


Al no haber otro candidato oficial, si la propuesta de los tres países americanos responde a las exigencias requeridas, sería ratificado dentro de un año durante el próximo congreso, según una fuente cercana a la FIFA.

Un año y medio después de su llegada al frente de la FIFA, Gianni Infantino preside en Baréin un congreso donde intentará reforzar su poder y despejar el terreno para una candidatura común entre Estados Unidos/Canadá/México para el Mundial-2026.
Concretamente, esta instancia, compuesta por 211 federaciones, se reunirá el jueves para otorgar al proyecto norteamericano un periodo de exclusividad de un año para elaborar su expediente técnico.
Al no haber otro candidato oficial, si la propuesta de los tres países americanos responde a las exigencias requeridas, sería ratificado dentro de un año durante el próximo congreso, según una fuente cercana a la FIFA.
Una forma de descartar las veleidades de otras candidaturas, como la de Marruecos que barajaba esta opción. Pero esta gestión podría levantar críticas sobre una ausencia real de proceso abierto de candidaturas.
Antes de que se someta a voto en el Congreso del jueves, esta propuesta debe ser adoptada por el Consejo de la FIFA este martes en Baréin.
El Mundial-2026, que requiere unas sólidas infraestructuras en un país que goce de buena salud económica, será el primero en disputarse con 48 selecciones, en lugar de las actuales 32.
Esta ampliación deseada por Infantino, que permite asignar plazas adicionales a cada confederación, fue promovida ampliamente por las federaciones norteamericanas, que habían contribuido previamente con fuerza a la elección del italo-suizo en febrero de 2016.
Cuestionados 
Más allá del Mundial-2026, ya se debate entre bastidores la asignación de la Copa del Mundo de 2030, que Uruguay y Argentina quieren organizar conjuntamente, 100 años después del primero disputado en Montevideo.
A menos que China, con sus inmensos medios y ambiciones, la gane, lo que la FIFA, tras haber modificado su reglamento, autorizaría a pesar de que el Mundial-2022 se celebre en Catar, un país perteneciente a la Confederación Asiática.
Tras haber apoyado a los nuevos presidentes de varias confederaciones, entre ellos el malgache Ahmad Ahmad que está al frente del fútbol africano tras 29 años de reinado del camerunés Issa Hayatou, Gianni Infantino, ya en campaña para su reelección de 2019, quiere consolidar su poder durante este congreso.
El destino de los dos magistrados presidentes de la Comisión de Ética, el tribunal interno encargado de suspender a los miembros, también será observado con lupa. Ya cuestionado por algunas filtraciones a principio de su mandato, Infantino está ahora bajo sospecha de injerencia en la elección de Ahmad.
Según el portavoz de la Cámara de Instrucción de esta comisión de ética, no se ha abierto ningún proceso formal contra el presidente de la FIFA, lo que no excluye, sin embargo, una investigación preliminar.
"Finanzas sólidas" 
Respecto a las finanzas de la instancia, lejos de ser boyantes (369 millones de dólares de pérdidas en 2016), debido a los costes judiciales, a los retrasos en la firma de contratos de derechos de marketing y televisión y al aumento de las ayudas destinadas a las federaciones, Infantino no debería tener dificultades.
"A pesar de lo que ciertas personas tratan de escribir o decir, las finanzas de la FIFA son extremadamente sólidas", declaró el lunes el sucesor de Sepp Blatter. El suizo, suspendido y acusado de corrupción, había dejado 1.500 millones de dólares de reserva que Infantino ya ha agotado prometiendo que los recuperará.
Es normal que la FIFA registre pérdidas durante tres años y luego beneficios los años del Mundial, "así funciona nuestro modelo económico", afirma Infantino.
La FIFA, de hecho, recibe lo esencial de sus recursos los años del Mundial. 
Los presidentes de las federaciones africanas no corren el riesgo de poner en dificultades a Infantino, cuando obtuvieron el lunes por parte de su Confederación una medida totalmente inédita, el ingreso de una salario anual de 20.000 dólares por año, tomados de las subvenciones de la FIFA.
Podría ocurrir lo mismo con 'leyendas' del fútbol como Diego Maradona, Cafú, Carlos Valderrama, David Trezeguet, a los que el presidente invita a gastos pagados en muchas de sus salidas para reiterar que "el fútbol vuelve a la FIFA y la FIFA al fútbol".

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