domingo, 19 de abril de 2020

El origen de la Libertadores: a 60 años, así nació la joya más preciada de América

El 19 de abril de 1960 se jugó el primer partido: el 7-1 de Peñarol sobre Jorge Wilstermann abrió el camino de un torneo atrapante y lleno de grandes historias.


Copa Libertadores, el torneo de las mil caras. Grandes figuras en plena expresión de su talento, pero también a las piñas. Futbolistas y equipos de juego vistoso o dueños de una dureza pocas veces vista. Partidos memorables por doquier. Colorido impresionante en las tribunas y hechos de violencia difíciles de creer. 60 años de lucha detrás de un mismo sueño, cumplido para pocos elegidos: alzar la joya más preciada de América.
Hasta ese entonces, las competiciones más fuertes habían sido las rioplatenses. Con la Copa Aldao a la cabeza, los trofeos disputados entre argentinos y uruguayos acaparaban la atención en un contexto de poco desarrollo internacional a nivel clubes y con la Segunda Guerra Mundial en el medio. Por ello diferentes federaciones -principalmente Chile por interés de Colo-Colo- le pidieron a la Confederación Sudamericana de Fútbol la creación de uno que englobara a todos los campeones nacionales.
A principios de 1948 llegó la primera prueba amistosa. En Santiago de Chile estuvieron siete clubes y Vasco da Gama ganó el Campeonato Sudamericano de Campeones por sobre La Máquina de River, en lo que se considera el precedente más cercano a la Libertadores aunque jugaron todos contra todos para una tabla general. Este mismo torneo, según los medios de la época y por iniciativa de periodistas de L'Équipe, también motivó a la UEFA a crear la Copa de Campeones de Europa en 1955, lo que hoy es la Champions League.
Hubo que esperar hasta 1960 para que el sueño continental sea realidad. Después de numerosas disputas políticas y con Uruguay opuesto por considerar que afectaría a los torneos de selecciones, la Copa nació oficialmente en Buenos Aires. El 5 de marzo de 1959, insistencia trasandina mediante, se craneó la creación, aprobada definitivamente el 18 de febrero de 1960 en Montevideo. El diseño del trofeo nació por obra del italiano Alberto de Gasperi y el orfebre Carlo Mario Camusso lo fabricó en su joyería de Lima, donde tras la última final lo recibió Rafinha, capitán de Flamengo.
El 19 de abril, el camino de la entonces llamada Copa de Campeones de América inició en el mítico Centenario. El boliviano Ausberto García tocó la primera pelota y dio inicio a Peñarol-Jorge Wilstermann, donde pasaron 13 minutos hasta que Carlos Borges gritó el gol número uno. Aquel encuentro, con goleada por 7-1 de los locales, tuvo cuatro tantos de los 54 que mantienen al ecuatoriano Alberto Spencer como el máximo goleador histórico.
El origen de la Libertadores: a 60 años, así nació la joya más preciada de América
Con siete equipos participantes, todo empezó con tres cruces de cuartos de final, de ida y vuelta. Además de la victoria global del Manya por 8-2, Millonarios aplastó a la Universidad de Chile (7-0) y San Lorenzo superó a Bahía (5-3). En semifinales, por sorteo, ingresó Olimpia, que eliminó a los colombianos (5-1), mientras el representante argentino no pudo con los uruguayos: 1-1 en Montevideo, 0-0 en el Ducó de Huracán y 2-3 en el desempate, para el que el Ciclón vendió la localía por 50.000 pesos y se arrepintió 54 años hasta ganarla en 2014.
Así, la gran final enfrentó a guaraníes y charrúas. Spencer, quién sino, convirtió el 1-0 para adelantar al Carbonero en el Centenario el 12 de junio. Una semana más tarde, en el estadio de Puerto Sajonia (hoy Defensores del Chaco) de Asunción, empataron 1-1 bajo una lluvia de naranjazos para la visita, que ni siquiera pudo dar la vuelta olímpica en casa ajena. A las dos semanas también se dio inicio a la desaparecida Copa Intercontinental y empató 0-0 como local ante Real Madrid, que luego levantó el trofeo de la mano de Alfredo Di Stéfano y Ferenc Puskás en el Bernabéu con un sublime 5-1.
El origen de la Libertadores: a 60 años, así nació la joya más preciada de América
Después vinieron el Santos de Pelé, el Racing que conquistó el mundo, el Estudiantes tricampeón de Zubeldía, el imparable Independiente de los setenta, el dominio brasileño de los noventa, el confiable Boca de Bianchi en los dos mil y hasta el River de Gallardo, el único que repitió festejo en los últimos tiempos. Todos ellos, entre otros tantos más que quedaron en el camino, tuvieron y tienen el mismo anhelo año a año. Levantar la Libertadores que homenajea a San Martín, Bolívar, Pedro I, O'Higgins y Artigas. Poner una chapita nueva y brillante en la joya más preciada de América.

Nenhum comentário:

Postar um comentário