El ERTE es lo último que le ha pasado a un equipo que ofreció lo mejor en la Supercopa de España, fue eliminado por la Cultural, está fuera de Champions y dejó KO al Liverpool.
Si hay un club acostumbrado a los vaivenes, ése es el Atlético. La llegada de Simeone le ha dado una gran estabilidad a la entidad rojiblanca, acostumbrada en estos últimos años a figurar en los primeros lugares de la clasificación y a estar también entre los grandes del fútbol europeo. Pero esta temporada está siendo especialmente complicada para el conjunto rojiblanco. Y el 2020 es de vértigo. El ERTE en el Atlético y la decisión del primer equipo de bajarse en un 70 por ciento mientras dure el estado de alarma es lo último que ha sucedido en el Atlético.
La temporada ha sido especialmente complicada. Llegaron jugadores nuevos que han intentado ocupar el sitio de los Godín, Filipe Luis, Juanfran y Griezmann, entre otros. Tarea poco sencilla. Los João Félix, Lodi, Trippier, Marcos Llorente y compañía han intentado suplir esas bajas, lo que ha llevado tiempo. Simeone dijo aquello de que se trataba de una temporada de transición, lo que no fue muy bien entendido por gran parte de la hinchada.
El Atlético tuvo numerosas lesiones y una muy significativa, la de Diego Costa, otrora buque insigna del equipo. Se operó a finales de noviembre de una hernia discal cervical y tardó tres meses en volver a jugar. Por el camino se han ido lesionando casi todos, los Koke, Giménez, João Félix...
En enero el equipo ofreció las dos caras, la mejor y la peor. En la Supercopa de España el Atlético tumbó al Barcelona en media hora mágica. Y en la final tuvo contra las cuerdas al Real Madrid. Perdió por penaltis en un partido en el que los héroes madridistas fueron Courtois y Valverde por su patada a Morata. Pero pocos días después el Atlético ofreció su otra cara, esta vez en León. La Cultural Leonesa dejó fuera de la Copa a un Atlético que rozó el ridículo. Fuera de una competición en la que tenía puestas muchas esperanzas.
Las dos caras y ese Atlético de vértigo es lo que se ha visto en este inicio de año. De empate en empate el Atlético se ha ido complicado su clasificación para la próxima Champions. Ahora mismo está fuera, algo nunca visto con Simeone a estas alturas de la temporada. Y mucho tendrá que mejorar el conjunto madrileño si no quiere que Sevilla, Real Sociedad o Getafe ocupen uno de esos puestos que parecían reservados para el equipo del Cholo.
El vértigo elevó al Atlético a lo más alto en Anfield, en un partido que quedará para la historia. Nadie dio un duro por los rojiblancos cuando salió el sorteo que emparejó al Atleti con el Liverpool. El 1-0 del Metropolitano le dio vida para la vuelta y cuando lo tenía todo perdido, con 2-0 y con Anfield en plena ebullición, el Atlético logró el pase. Ganó 2-3 y eliminó al campeón de Europa. Y ahora se ha colado entre los ocho mejores del continente, a la espera de que vuelva la competición.
Ahora ha llegado el momento de afrontar la difícil situación en la que queda el club y jugadores, cuerpo técnico y dirigentes han dado la cara. No es sencillo intentar ayudar a 430 trabajadores que pasan por una situación complicada. Así es el Atlético y está siendo en un año inimaginable para la entidad madrileña.
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