Cuando todo parecía que el sorteo le había jugado una mala pasada al Atlético, Simeone pidió tranquilidad y calma. Paciencia a la parroquia rojiblanca y apoyo en el Metropolitano. La afición no defraudó y el Cholo tampoco. Salió el Atleti con más intensidad, más fuerza y coraje, como no había hecho aún en esta temporada. Y el esfuerzo tuvo su recompensa. Córner para los rojiblancos, balón suelto en el área y Saúl lo caza para poner el primero en el marcador.
La primera mitad fue de absoluta incomodidad para los de Klopp que sólo podía pensar en qué fallaba en el planteamiento. El alemán reorganizaba el equipo buscando mejor fortuna. Pero en los primeros 45 minutos, el Atlético vencía.
Después de la primera parte, se esperaba más intensidad e insistencia de los reds, más 'Rock&Klopp'. No fue así. A los 20 minutos, Jurgen retiraba del césped a Sadio Mané y a Mohamed Salah, sus mejores hombres. Mientras, Simeone daba paso a Costa para que el partido no perdiese temperatura. Le costó cerrar el partido a los del Cholo pero Marciniak señaló el final y el Metropolitano era una fiesta. Ventaja para un gran Atlético para Anfield ante un Liverpool irreconocible.
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