Alisson quería cerrar su futuro antes del Mundial. Posiblemente, el meta titular de la selección brasileña quería meter presión a la Roma y también a los clubes que se ha interesado por él. Eso no lo consiguió, pero sí arrancar el torneo sabiendo que es el objetivo número uno del Madrid. Y eso es mucho para Alisson, que siempre ha dado prioridad al interés blanco por encima de otros, como el Liverpool. Desde ese punto de vista sí puede estar tranquilo, porque el Madrid se ha lanzado de lleno a por su contratación.
Alisson es el elegido para reforzar la portería del Madrid, algo que el club tenía decidido desde hace tiempo. Concretamente, desde que en el último mercado invernal estuvo a punto de fichar a Kepa. Esa operación se rompió a última hora, pero el objetivo seguía siendo reforzar la portería. Lo único que ha cambiado es el nombre del portero que llegará para competir con Keylor por la titularidad. Alisson cogió fuerza desde febrero y ahora todos los esfuerzos del club están puestos en cerrar la contratación del portero internacional de la Roma.
Diferencia de dinero
Las negociaciones entre clubes están todavía distantes. El Madrid no está dispuesto a ficharle a cualquier precio al meta brasileño. Ahora mismo, la Roma se planta en 70 millones de euros para dar luz verde al traspaso del jugador y el Madrid, en 50 kilos. En el conjunto italiano saben que la situación de mercado está de su parte porque el Madrid no es el único equipo importante que se ha interesado por los servicios del meta brasileño. El Liverpool anda detrás y también ha aparecido el PSG. Conclusión, no tiene prisa por vender y sí para esperar acontecimientos y sacar tajada por Alisson. El Madrid, por el contrario, quiere cerrar el fichaje cuanto antes y son optimistas. Entre otras cosas porque parecen dispuestos a hacer un esfuerzo económico para evitar el culebrón. Dicho lo cual, en las oficinas del Bernabéu piensan que la operación podría finiquitarse en torno a los 60 millones de euros. Entro otras cosas, porque a día de hoy no manejan otras opciones de renombre y la prioridad es Alisson. En Inglaterra sigue sonando con fuerza la opción de Courtois como alternativa al meta brasileño, pero en el Madrid todos los esfuerzos se centran en atar al portero de la Roma.
El muro de Monchi no será fácil de derribar. El director deportivo de la Roma tiene suficientemente acreditado su condición de hueso duro de roer, de ser un auténtico especialista en vender a precio de oro. En el Madrid saben cómo se las gasta.
Tampoco el mercado está para grandes alegrías. El pasado verano, con el boom de operaciones estratosféricas como las de Neymar, Mbappé o Dembelé, el listón se ha puesto demasiado alto a la hora de poner precio a los traspasos. Ese fue uno de los principales motivos por las que el conjunto blanco, tras lograr el doblete, se mantuvo austero en su política de fichajes, a pesar de perder nombres tan importantes como los de Morata, James Rodríguez o Pepe. Apostó por gente joven y operaciones económicamente asequibles, como las de Theo Hernández y Dani Ceballos.
Sin Kepa, sin Zidane
Con esa política se avanzó también la operación de Kepa, que se hubiese cerrado en 20 millones de euros el pasado mes de enero. Pero chocó con el muro de Zidane y ahora el Madrid anda enredado en reforzar la portería, que le podría costar tres veces más. Un nuevo ejemplo, dicen en el club, de que ningún entrenador debería interferir en estrategias del club de cara al futuro. Kepa no llegó y Zizou se fue.
Ahora el Madrid deberá rascarse el bolsillo para cerrar el fichaje de Alisson, que rondará los 60 millones de euros. Es el coste para darle una vuelta de tuerca a la portería y lograr la competitividad con Alisson y Keylor que creen que falta ahora mismo en el equipo.
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