Un pequeño repaso de las diversas etapas que ha vivido el delantero donostiarra en su carrera futbolística. Un delantero que todas las defensas lo han sufrido y así lo han reconocido en sendas ocasiones varios defensores.
El jugador donostiarra, que sorprendentemente fue hasta subcampeón de España de esquí de fondo, inició su andadura como futbolista en el Sporting de Herrera, al que dejaría para marcharse al Antiguoko, donde jugó en las categorías infantil, cadete y juvenil y coincidió con viejos conocidos de La Liga como Andoni Iraola o Xabi Alonso. También pasó por el Aurrera de Vitoria y finalmente, en el año 2000, llegó al filial rojiblanco. En septiembre de 2002, en el que por aquel entonces, Jupp Heynckes dirigía al primer equipo, le hizo debutar, primero en un partido de Copa frente al Amurrio y poco después contra una de las que ha sido sus víctimas favoritas estos años atrás, el FC Barcelona.
Sus primeros pasos fuera de Bilbao
En 2003 se marchó al Burgos CF que militaba en Segunda División B, hizo una temporada sobresaliente y gracias a ello, de cara a la temporada siguiente, decidió fichar por el Valladolid CF. Casualidad, su primer gol en San Mamés fue con el conjunto pucelano en una eliminatoria de Copa del Rey en la que el bloque local se impuso por 3-2. Un buen inicio en la temporada 2005-2006 hizo que el club bilbaíno, que buscaba un delantero centro, le volviera a fichar en el mercado de invierno, esta vez, con un puesto prácticamente asegurado en el once inicial, ya que desde su llegada el técnico le dio un voto de confianza poniéndolo de titular.
Esa estancia en el Athletic no duró mucho más, ya que en 2008 el donostiarra partió a las Islas Baleares para encontrar nuevos retos en el CD Mallorca, una etapa en la que lo hizo realmente bien, pero que tuvo que acabar rápido a causa de la situación económica del club, y en verano de 2010 se anunció su fichaje por el conjunto ché. En su primer año hizo una gran primera parte de la campaña, pero poco después se vió sin minutos después del gran estado de forma del resto de los delanteros en ese momento. Ese buen estado de forma en aquel entonces del brasileño Jonas y de Roberto Soldado, fueron el principal motivo por el que en su segunda temporada pasó gran parte del tiempo en el banquillo, a raíz de eso, en junio de 2012 y con 31 años encima, decidió volver al club de sus amores, al Athletic Club.
La vuelta a casa
Sin ninguna duda, este último traspaso posiblemente haya sido donde mejor se ha encontrado el jugador vasco y donde se ha visto su mejor versión, siendo importante y una pieza clave en el once prácticamente hasta que los problemas musculares y la edad se lo han permitido. En su primera campaña de regreso marcó un total de 18 goles entre las tres competiciones, además Marcelo Bielsa depositó toda la confianza en él y nada más que Fernando Llorente anunció su marcha al final de la temporada, jugó prácticamente todo partiendo desde el once inicial. En la 13-14, con nuevo técnico incluido, Ernesto Valverde, volvió a marcar la misma cifra de goles, estos fueron dieciocho, entre estos dianas muy importantes para lograr aquella histórica clasificación del Athletic a la máxima competición europea.
El inicio de la 14-15 no pudo empezar de mejor manera para el "zorro", ya que en la fase previa de la Champions League, frente al Napoli, dos goles suyos fueron de gran ayuda para entrar en ese ansiado bombo y que San Mamés volviera a disfrutar de las grandes noches europeas. También marcó durante la campaña grandes goles, como aquel famoso golazo tras un espléndido remate de cabeza en el que Iker Casillas no pudo hacer nada para poder evitarlo; sus goles también fueron más que decisivos para poder alcanzar aquella final de Copa en la que cayeron frente al FC Barcelona.
Sí la anterior temporada había empezado bien, esta no pudo empezar de mejor manera que consiguiendo un título nacional, la Supercopa de España, frente a un equipo tan grande como el Barça, además, le arrebataron las opciones de ganar aquel "sextete", lo que lo hizo todavía más especial y eufórico. El de San Sebastián, fue el héroe en aquel título, un hat-trick en la ida frente a su afición fueron clave en aquel encuentro que quedará en la memoria de muchos leones. Esa campaña aumentó su espíritu de delantero, de hecho, fue el máximo goleador de la Europa League con diez tantos y logró el trofeo Zarra con sus 20 goles en Liga. Esta gran racha goleadora no pasó desapercibida, y Vicente del Bosque le recompensó llevándole a la Eurocopa de 2016.
De nuevo, exhibiéndose en citas Europeas
En la 16-17, volvió a hacer historia después de marcarle cinco goles al Genk, de esta manera, convirtiéndose en el jugador más veterano en hacerlo en cualquier competición europea y el primero en hacerlo en un partido de la Europa League. Además, en esa misma temporada, también entró en el top-10 de los máximos goleadores del Athletic. En la 17-18, con la llegada del Cuco Ziganda al banquillo, el "zorro" siguió marcando goles decisivos en Europa League, aunque no llegaran muy lejos, volvió a quedar como máximo goleador, empatado con Ciro Immobile con ocho dianas.
Llegó la 18-19, y junto a ello la retirada todavía más cerca, pero el veterano siguió queriendo dar guerra a las zagas rivales. Fue una temporada difícil en líneas generales, pero para él sobre todo, ya que una lesión en su rodilla derecha le tuvo alrededor de tres meses fuera del verde. Tras la renovación hasta junio de 2020, el donostiarra anunció su retirada cuando ese contrato acabara. Comenzó la temporada de la mejor manera posible, marcando un golazo inolvidable al FC Barcelona y quiere despedirse por todo lo alto, ganando la Copa del Rey y sacando la Gabarra a pasear. Un delantero de época, un killer, un ratón de área, como se le quiera llamar.
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