El Estadio Olímpico de Kiev albergará la final de la Champions de esta campaña.
El Estadio Olímpico de Kiev será el lugar donde el Real Madrid de Zinedine Zidane trate de alcanzar la gloria en la máxima competición de clubes a nivel europeo, levantando la Champions League por tercer año consecutivo. Sin embargo, la historia de este mítico estadio que albergará este sábado las miradas de todo aficionado al fútbol es desconocida por la mayoría.
Este ‘coliseo’ fue construido en septiembre de 1923 para ser utilizado en unos Juegos Regionales. En este año también se inauguraron otros grandes estadios europeos, como Mestalla o San Siro. A pesar de esto, el Olímpico de Kiev es un estadio totalmente diferente a la línea de estadios españoles, ingleses o italianos. Este es un fiel reflejo de la cultura de la época en el que se construyo, donde imperaba el comunismo, el capitalismo y las revoluciones en Europa
El encargado de la construcción del estadio fue un joven arquitecto apellidado Pilvisnkiy, el cual se inspiró en la forma de la colina de Cherepanov. Además, este fue bautizado como Estadio Rojo de Trotsky en homenaje al ministro de defensa soviético, aunque este nombre duró solamente unos meses en el estadio.
En 1941 tuvo lugar la primera gran remodelación del Olímpico de Kiev. Con las entradas ya repartidas para la fiesta de reapertura, los nazis invadieron el país y controlaron la capital hasta el año 1944. Según dice la leyenda, los poseedores de entrada la guardaron con la esperanza de que algún día se celebrara dicha fiesta, la cual sí tuvo lugar en el año 1948 tras la salida del ejército alemán de Ucrania.
La ultima gran remodelación del estadio se efectuó en el año 2012, coincidiendo con la celebración de la Eurocopa de Ucrania y Polonia. En esta se reformó el primer anillo, se levantó una nueva tribuna y se añadió un edificio, el cual es ocupado por uno de los hoteles más llamativos de la cadena Sheraton en la actualidad. Gracias a los cambios aplicados, el estadio recibió la denominación de estadio de élite por parte de la UEFA.
Hoy en día, el estadio tiene una capacidad para albergar 70.000 espectadores, aunque en su día llegó a tener un aforo de 100.000, el cual se rebajó en el año 1991 al cambiar su nombre a Complejo Nacional Deportivo Olímpico.
Este estadio también es la sede del Dinamo de Kiev. Tras la caida de la URSS el equipo se transladó definitivamente a este estadio, donde jugó partidos importantísimos que perduran el el recuerdo de sus aficionados, como las semifinales de la Champions League del año 1998 ante el Bayern o los cuartos de final de la misma edición frente al Real Madrid.
En este mismo escenario, España levantó su segunda Eurocopa consecutiva en el año 2012, tras imponerse a Italia con un contundente 4-0. El capitán del Real Madrid, Sergio Ramos, estuvo presente en esa cita y ya sabe lo que es levantar un título a nivel europeo en Kiev. Otros ex jugadores blancos, como Iker Casillas, Álvaro Arbeloa, Xabi Alonso o Raúl Albiol, también formaron parte de ese equipo de leyenda que hizo historia en este mítico estadio ucraniano.
El Olímpico de Kiev también ha albergado la final de la Supercopa de Europa del año 1975 y fue sede futbolística en los Juegos Olímpicos de Moscú del año 1980, donde jugaron equipos de la talla de Argelia, Iraq, España, Costa Rica, República Democrática Alemana, Siria o Finlandia.
Si algo parece claro, es que la sede de la final de la Champions League es un estadio con mucha historia a sus espaldas, el cual hoy en día dispone de la mejor tecnología para la optima cobertura informativa y televisiva de este gran acontecimiento a nivel deportivo.
Además, es un estadio que los españoles recordamos con especial cariño. El escenario donde la Selección toco la gloria y alcanzó su máximo nivel futbolístico imponiéndose de manera holgada a Italia.
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