El técnico de Santander llegó en enero al club azulgrana y son muchas las esperanzas depositadas, por parte de la parroquia culé, en él. Hasta el momento el equipo es el actual líder en liga, aunque en copa no pudo salir victorioso ante el Athletic Club. En Champions el Barça se encuentra a la espera de disputar el encuentro de vuelta ante el Nápoles en el Camp Nou, con un resultado de 1-1 en la ida.
Quique Setién pudo confirmar, de primera mano, esa frase tan utilizada cuando hablamos de retos personales y de persistir en lo que uno se propone, "aveces los sueños se hacen realidad". El míster, en ese momento sin equipo, tras haber finalizado su andadura en el Real Betis, recibió una llamada que cambiaría por completo su trayectoria profesional. Tal y como él reconoció en sala de prensa: "Ayer estaba con mis vacas, hoy estoy entrenando a los mejores jugadores del mundo", declaración que dejó titulares en la mayoría de medios deportivos del país, y no es para menos, la vida de Quique dio un giro de 180 grados.
Debut dejando clara su idea
Desde su llegada al banquillo azulgrana, Quique dejó clara la filosofía a seguir, y los jugadores no tardaron en hacerse eco de lo que quería ver reflejado sobre el verde el míster. En el primer encuentro de la era Setién, el Barça acumuló un total de 1.005 pases ante el Granada, sin embargo, el partido se resolvió por la mínima, con un gol de Leo Messi. La afición pudo ver como el equipo recordó a épocas de antaño con una posesión superior al 80%, no obstante, al conjunto culé le faltó profundidad y tan solo 203 pases de los 1.005 fueron hacia delante. Tras la primera victoria en su debut, el nuevo técnico azulgrana se embarcó en su estreno en copa, ante el Ibiza. A priori el choque tenía un claro favorito, el FC Barcelona, pero no fue hasta el último minuto del partido, cuando Griezmann puso el 1-2 y dio el pase a la siguiente ronda al conjunto culé. Setién había acumulado dos victorias en sus dos primeros partidos en el conjunto azulgrana, las dos por la mínima.
Primer varapalo
Tras encadenar dos triunfos consecutivos, el Barça hincó la rodilla en Mestalla, ante el Valencia. El conjunto ché derrotó al equipo dirigido por Setién por 2-0 y dio paso al primer aluvión de críticas al que se tuvo que enfrentar el técnico cántabro. Sin embargo el equipo se recompuso, y en la siguiente semana le endosó 5 al Leganés en Copa y ganó por 2-1 al Levante. Parecía que el conjunto comprendía lo que quería Quique y el buen juego era algo que empezaba a hacerse presente en los encuentros que disputaba el FC Barcelona. A pesar de la mejora sustancial en el juego, el Barça cayó de manera accidental ante el Athletic Club en Copa (1-0), tras el gol en los últimos instantes de partido de Iñaki Williams. El conjunto azulgrana llevó el timón del encuentro en todo momento, pero vio como los sueños por conseguir la Copa del Rey se veían truncados, tras el perfecto remate de cabeza de Iñaki. La eliminación en Copa del conjunto culé dejó en el punto de mira a Quique Setién, que se encargó de dejar claro, en rueda de prensa, que el Barça no había merecido la eliminación.
Racha de victorias
Después del varapalo sufrido en San Mamés le tocaba al conjunto azulgrana, y en especial a Setién, reponerse y levantar el vuelo, porque el próximo encuentro era, de nuevo, lejos del Camp Nou, en el Benito Villamarín ante el Betis. Y así lo hizo el equipo, de la mano del técnico cántabro consiguieron una victoria fundamental para la lucha por la liga. El encuentro acabó 2-3 y dos de los tres goles fueron fruto de jugadas a balón parado, trabajadas en los entrenamientos. La victoria ante el Betis espoleó a los jugadores y al técnico azulgrana, que salió reforzado del partido ante el que fuera su ex equipo. Después del triunfo en Sevilla, el conjunto culé derrotó al Getafe por 2-1 y goleó al Eibar 5-0, con una exhibición de Leo Messi anotando un póker. Setién iba cogiendo la confianza necesaria en el banquillo azulgrana, tras acumular victorias clave en Liga y apear al Real Madrid de la primera posición.
Debut en Champions y el Clásico
El Barça llegaba a los octavos de Champions en un buen momento de la temporada, tras acumular tres victorias consecutivas en liga y mostrar una buena imagen. El encuentro ante el Nápoles acabó 1-1, el Barça consiguió una magnífica ventaja para el partido de vuelta en el Camp Nou, sin embargo, parte de la parroquia azulgrana se mostró descontenta con el juego desplegado durante los 90 minutos por el conjunto azulgrana. Al acabar el duelo, Quique se mostró satisfecho con el juego de su equipo y el resultado obtenido, y no es para menos, el Barça visitó San Paolo, un campo siempre complicado, y sacó un buen resultado para afrontar con ventaja la vuelta.
El momento estable que vivía Quique Setién por primera vez desde que llegó a Can Barça, se vería de nuevo alterado con la disputa del Clásico. El FC Barcelona cayó de manera clara en el Bernabéu por 2-0, significando la primera derrota de los azulgranas en el estadio del eterno rival desde 2014. El conjunto culé cuajó una mala segunda mitad, tras haber tenido ocasiones en la primera para finiquitar el encuentro, y faltó una reacción más drástica y diligente por parte de Quique a la hora de introducir los cambios en el encuentro.
La fortaleza de Quique Setién
Pero si una cosa ha demostrado Setién desde que llegó al banquillo azulgrana, es, la fortaleza para reponerse de situaciones complicadas, una actitud que ha contagiado al resto del elenco culé. El Barça volvió a enderezar el rumbo y cosechó una victoria muy importante ante la Real Sociedad (1-0) en el Camp Nou, en la semana posterior al Clásico. El triunfo del equipo azulgrana, sumado al tropiezo del Madrid, supuso la vuelta al liderato para el FC Barcelona, con 58 puntos, dos más que los merengues.
El entrenador azulgrana puede decir que ha vivido de todo en los casi tres meses que lleva en el club, hasta el momento mantiene al equipo líder en Liga, aunque en Copa ha quedado eliminado. Mientras en la Champions el conjunto sigue vivo, a la espera de disputar el partido de vuelta ante el Nápoles, tras el buen resultado cosechado en la ida (1-1). Es muy pronto para hacer un balance de cualquier tipo, pero lo que ha dejado claro el técnico cántabro, es que, tiene el objetivo de volver a instaurar en el Barça la filosofía que hizo del conjunto azulgrana un equipo temible alrededor del mundo, y eso, siempre se tiene que aplaudir.
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