Luka Modric está en plan artillero. En el ecuador de la temporada, el 10 blanco ya ha visto puerta en cuatro ocasiones, igualando su mejor registro desde que viste la camiseta blanca, precisamente el curso pasado y el primero (12-13). Ahora tiene por delante medio curso para romper esa barrera.
El croata marcó un gol que no deja de tener su mérito, llegando al área en el tiempo de prolongación para acompañar la galopada de Valverde y empujar a la red el tercero contra el Getafe, un tanto poco habitual en él, que ha marcado la mayoría de sus 21 goles como madridista desde fuera de área, 15 en total.
Sus números goleadores en Tottenham y Real Madrid se han movido entra una horquilla de uno y cinco. Con los Spurs llegó a cinco en dos temporadas, también la primera y la última en White Hart Lane, la 08-09 y la 11-12. Muy lejos quedan los 16 que firmó con el Dinamo de Zagreb en la 07-08, cuando dio el salto al la Premier.
Este curso Modric, que está viviendo una situación inédita para él, viéndose fuera del once en partidos del calado del PSG, Atlético o el Barça. Su manera de reivindicarse, más allá de su recuperación respecto al año pasado, está siendo la de marcar más goles de los habituales. Ha visto puerta en Champions contra el Brujas y en Liga frente al Granada, la Real Sociedad y el Getafe. A ello hay que sumar otros dos tantos con Croacia en septiembre.
Olvidado su mal inicio de temporada por culpa de la polémica expulsión contra el Celta y sus dos lesiones con Croacia, Luka ya se ha entonado, poniendo en un brete a Zidane a la hora de hacer las alineaciones. Porque prescindir de este Modric no debe ser nada fácil para el entrenador galo.
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