Cómo ha cambiado la autoridad en el vestuario del Barça en el último lustro desde que Luis Enrique se atreviera a dejar en el banquillo de Anoeta a los sudamericanos de la plantilla ( Messi, Suárez, Neymar y Alves ) porque se habían incorporado a los entrenamientos dos días antes del partido tras el paréntesis de las vacaciones navideñas. Aquella suplencia de 45 minutos, con espantada posterior de Leo del tradicional entrenamiento de puertas abiertas la víspera de la festividad de Reyes, desembocó en una profunda crisis institucional que se solucionó con la destitución de Zubizarreta como director técnico, convocatoria adelantada de elecciones para el final de aquella temporada y Lucho comiéndose la multa que había solicitado a la directiva por el acto indisciplinario del astro argentino.
Cinco años después con el mismo calendario vacacional, pero con distinto entrenador, Valverde alinea en el derbi frente al Espanyol a Messi y Suárez , como titulares, y tras el descanso entra Arturo Vidal por Rakitic , tras haber demandado al club el chileno por impago de unos 2,2 millones de euros en variables de su contrato. Tras lo visto, ¿quién osa discutir el poder que ostentan los futbolistas en el vestuario?
Y si no que se lo digan a los técnicos que fueron los últimos en tener conocimiento de las décimas de fiebre que arrastraba Busquets en la previa del Clásico contra el Madrid, lo que obligo a cambiar la alineación anunciada, reemplazando a ‘Busi’ por Rakitic . Algo que Jon Aspiazu , segundo de Valverde, disfrazaría atribuyendo la decisión a cuestiones tácticas. Y tan tácticas, que los blancos se acabaron merendando a los blaugranas en el centro del campo
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