Un duro camino que separaba a dos equipos de la gloria en el Estadio Olímpico de Kiev. Real Madrid y Liverpool FC se iban a ver las caras en 90 minutos de un encuentro ansiado por millones de personas alrededor de todo el mundo. Una nueva final de la Champions Leagueen la que solo uno, podía ser el mejor equipo de Europa. Era obtener el reconocimiento final, o quedarse en la sombra viendo al ganador subir las escaleras para alzar el trofeo.
Dos equipos que querían una revancha. La final del 81 seguía presente a pesar de los años que habían transcurrido. Una final que ahora, tocaba de una forma distinta. Generaciones y generaciones de futbolistas han desfilado por el Real Madrid y por el Liverpool a lo largo de su carrera. Sin embargo, durante la noche de la final, tenían el mismo objetivo: ganar. Ganar y conseguir la gloria. Ganar para seguir imperando en Europa. Y eso, solo lo podía hacer uno de ellos.
Como ritual, ninguno de los 22 hombres que pisaban el césped miraba la Copa de Europa expuesta frente al túnel de vestuarios. El himno sonó por última vez en el Olímpico de Kiev y con las miradas puestas sobre cada uno de los protagonistas. El colegiado dio el comienzo al partido tras el espectáculo previo.
El Liverpool tenía el dominio del esférico y Salah llegaba a la frontal sembrando el miedo a Keylor Navas. Los hombres de Klopp habían salido a presionar a su rival. No tenían miedo y querían ir a por todas frente al vigente campeón. Salah no se desquitaba las ganas que tenía al conjunto de Concha Espina. Quería enchufar el balón a la portería del costarricense.
Sin embargo, Keylor Navas se mantuvo en su posición. Rescatando y salvando los disparos al conjunto blanco. No eran los mejores minutos del equipo de Zidane. Sus jugadores dejaban mucho que desear, sobre todo Toni Kroos que no se entendía con Karim Benzema y provocó un mal pase mientras pretendían alzarse a la contra. Cristiano Ronaldo no había aparecido durante los primeros quince minutos. Se quiso hacer notar y sorprendió a Karius pero el balón se marchaba por encima del larguero.
Keylor Navas, un salvador en el Real Madrid
Los minutos avanzaban y solo había un jugador que tenía todo el protagonismo. Toda la responsabilidad estaba sobre él. Y ese era Keylor Navas. Arnold, de un zapatazo, obligó al costarricense a hacer un paradón blocando el balón. No avanzaba el cuadro merengue ante un Liverpool que tenía las pilas bien recargadas y quería aniquilar a su rival. Su presión hacía efecto sobre jugadores como Isco y Casemiro que apenas daban señales por el campo.
El miedo se instaló en los rostros de los aficionados y en el banquillo del Liverpool cuando su estrella, Salah, cayó al verde. En una jugada con Sergio Ramos, ambos cayeron al césped saliendo él perjudicado. Pese a ese contratiempo, logró reincorporarse con sus jugadores para seguir ayudando en la final.
Salah y Carvajal dejaron marcados a sus equipos
No pudo seguir por mucho tiempo y entre lágrimas, abandonó el Olímpico de Kiev. Temía por su gravedad pues el Mundial estaba a la vuelta de la esquina. Pero el Liverpool no era el único que perdía en tal acontecimiento a una de sus estrellas. Dani Carvajal también se rompía y las lágrimas caían por sus mejillas por la impotencia al recordar el Mundial de Rusia. Se repetía la misma historia que en Milán con el canterano blanco.
El Real Madrid resucitaba ante el golpe de la lesión de uno de sus jugadores y, con Nacho Fernández sustituyéndolo, salieron a la contra para sorprender a un todavía, débil Liverpool. Karim Benzema golpeaba en una acción que fue anulada. Un gol que valía una Champions fue anulado por fuera de juego de Cristiano Ronaldo.
Pese a ese gol, el equipo de Zinedine Zidane dejaba buenas sensaciones los últimos minutos previos al descanso. Se veía otra actitud y las ganas de hacerse con la victoria y a su vez, con el título.
Karim Benzema y Mane revolucionaron la final
Dio comienzo la segunda mitad e Isco dejaba pinceladas de cómo se iba a volver el partido en Kiev. Mandó el malagueño el balón al larguero y, salía enchufado el Real Madrid. Querían conseguir el trono de Europa de nuevo. Karim Benzema puso la primera piedra. Haciendo el primer gol para el conjunto blanco, revolucionó al banquillo y a su afición tras una jugada con Karius fuera de lo normal.
Pese al error del meta del Liverpool. Minutos después, llegaría Mane a poner el marcador en tablas. El Olímpico de Kiev era una locura en unos minutos dónde dos goles, consiguieron dar la emoción a una final que no estaba teniendo su peculiar chispa.
Gareth Bale resucitó a los blancos
Zinedine Zidane movió su once. Isco Alarcón era el elegido para ser sustituido y Gareth Bale entró a la función. Ni dos minutos sobre el césped para dejar al mundo cautivado con una espectacular chilena. Marcelo centró al corazón del área. Y Gareth Bale, con un gran salto, ejecutó a la escuadra de Karius con la zurda. Una genialidad digna de los mejores jugadores.
Se venía abajo el Estadio Olímpico. Estaba siendo una fiesta descomunal entre la afición del Real Madrid. Aunque no había que confiarse. La ventaja era clara pero, los blancos querían marcar el tiempo y serenar el partido ante un Liverpool que no bajaba los brazos.
Cristiano Ronaldo quería también su protagonismo. Pero su noche no estaba siendo la mejor. Sí que lo era para Gareth Bale, que por el contrario, salió con la batería recargada con ganas de llevar el título a su afición. A escasos minutos del final, el galés con un trallazo chutó a puerta y Karius no pudo evitarlo. Se le fue de las manos. Se resbaló de los guantes el balón y Gareth hizo un doblete.
Alcanzaron los blancos, el cénit en una noche impresionante en Kiev. A pesar del poco protagonismo de un habitual Cristiano Ronaldo que buscaba su gol. El Real Madrid se hacía campeón de la Champions League por tercer año consecutivo. Y todo, bajo el nombre de un jugador que estuvo a comienzo de temporada en la sombra. Gareth Bale.
FICHA TÉCNICA
Real Madrid: Keylor; Carvajal (Nacho), Varane, Ramos, Marcelo; Casemiro, Modric, Kroos, Isco (Gareth Bale); Cristiano Ronaldo y Benzema (Asensio).
Liverpool FC: Karius; Arnold, Lovren, Van Dijk, Robertson, Henderson, Milner (Can), Wijnaldum, Mané, Salah (Lallana) y Firmino.
Goles: 1-0 Karim Benzema (51′), 1-1 Mane (55′), 2-1 Gareth Bale (64′), 3-1 Gareth Bale (84′).
Árbitro: Mirolad Mazic (Serbio). Amonestó a Mané (82′).
Real Madrid – Liverpool. Final de la UEFA Champions League 17/18.
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