El Huesca ha vuelto a asaltar los puestos de ‘playoff’ y esta vez ha cerrado con llave por dentro. De allí no lo saca nadie en las seis últimas jornadas. La victoria ante el Rayo Vallecano refleja la inercia de un equipo imparable en su progresión, al que además hoy han vuelto a sonreír los pequeños detalles y ha sabido gestionar el reloj hasta el penalti de Samu y el pitido final. Antes, Ferreiro había despejado la tarde con un golazo ‘made in’ el gallego. No ha sido la mejor tarde de los azulgranas, que han notado en demasía las bajas de Aguilera y Melero y en superioridad numérica durante más de una hora han llegado a temer por el resultado.
Anquela había apostado por Sastre y Bambock, porque no tiene mucho más y por las prestaciones defensivas del franco-camerunés. Y la realidad le ha quitado la razón. Con David López en la segunda mitad, puesto que Bambock sufría problemas físicos, han llegado los goles y, asimismo, las ocasiones más claras para un Rayo que ha llegado en trayectoria ascendente y tiene mucha más categoría de la que refleja la clasificación. Son doce jornadas ya sin perder y es la consecuencia de hacer bien las cosas y de tomar nota de errores pasados. Muy presente el día del Cádiz, el Huesca ha sabido nadar contra la corriente para situarse quinto y adelantar a Oviedo y Tenerife en la cerrada pugna por la fase de ascenso.
Los locales, apoyados por la mejor entrada de la temporada y un Alcoraz eléctrico de verdad, han ido de más a menos. Comenzando con un Ferreiro estelar que ha puesto a prueba al portero franjirrojo en dos ocasiones. Al Huesca le ha costado hilar el fútbol y Samu se ha visto obligado a menudo a bajar a la línea de tres cuartos para surtir de balones a un Vinícius al que el ángel del gol sigue dando la espalda. Algo lento de reflejos, el brasileño no ha podido superar a Gazzaniga en un par de oportunidades.
Todo se ha puesto de cara cuando Galán ha visto dos amarillas en 9 minutos. Las dos evitables y de pardillo. Probablemente rigurosas. En el 26′, el Huesca se las prometía tan felices que el Rayo casi le mata. Un error de Alexander ha brindado una contra que el elegante Javi Guerra ha desaprovechado. Vinícius le ha dado la réplica en el 35′, otra vez apagado ante la portería, y el descanso ha venido en buena hora para aclarar las ideas. La primera, con la entrada de David López para que los de Anquela recuperasen la iniciativa pero no perdiesen el nerviosismo. Guerra ha estrellado el balón en la cruceta antes del 1-0. Ferreiro, como nos ha acostumbrado, ha zigzagueado por la izquierda prolongando una contra de David López y ha colado la bola en la escuadra izquierda de Gazzaniga.
Con uno más y media hora por delante se imponía la versión más cerebral del Huesca. No ha sido así en buena medida porque el Rayo no se ha acomplejado. Un fallo de David López ha habilitado a Aguirre ante Herrera y este ha obrado el milagro en el 80′. La entrada de Borja Lázaro por Vinícius ha dado aire y el madrileño ha forzado en el descuento el penalti que Samu ha mandado a la derecha del guardameta rayista. No era fuera de juego de Lázaro, como han protestado los rayistas, pero sí se ha llevado el balón con la mano. El Rayo no ha sucumbido por el arbitraje sino por la irresistible subida de un Huesca que no quiere apearse del ‘playoff’.
LA FICHA
SD Huesca: Herrera; Akapo, Iñigo López, Carlos David, Soriano; Bambock (David López, 46’), Sastre; Alexander (Vadillo, 76’), Ferreiro, Samu y Vinícius (Borja Lázaro, 65’).
Rayo Vallecano: Gazzaniga; Galán, Amaya, Íñiguez, Álex Moreno; Aguirre (Manucho, 82’), Santi (Quini, 32’); Lass, Beltrán, Trashorras y Javi Guerra.
Goles: 1-0, minuto 59, Ferreiro. 2-0, minuto 93, Samu, de penalti.
Árbitro: David Medié Jiménez, del Colegio Catalán. Ha amonestado a los jugadores locales Sastre (12’), Akapo (42’) y Vadillo (91’) y a los visitantes Trashorras (55’), Quini (88’), Amaya (93’), Gazzaniga (93’) y Galán (17’ y 26’), expulsado por doble amonestación en el minuto 26.
Incidencias: partido correspondiente a la 36ª jornada de Segunda División disputado en el estadio de El Alcoraz ante 4.721 espectadores, con unos 300 seguidores rayistas en las gradas.
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