El equipo de Gallardo quiere ser primero del Grupo D, aunque después se cruce con Boca.
River va con todo ante Flamengo, esta noche desde las 21.45 (Fox Sports). Con lo mejor que Marcelo Gallardo tiene a disposición. Pero sin Gonzalo Martínez (distensión en el isquiotibial izquierdo) ni Juan Quintero (ya se fue con la Selección de Colombia).
Ahora, ¿por qué River le da tanta importancia si ya está clasificado a los octavos de final de la Copa? Porque quiere asegurarse el primer lugar y, también, ser uno de los mejores primeros. ¿Aun con la posibilidad de que el sorteo lo ponga enfrente de Boca? Sí. Es que no es algo que ni en Núñez ni en otra institución pueden controlar. El azar determinará el rival en la siguiente ronda. Y para ganar la Copa -dicen en Udaondo y Figueroa Alcorta- hay que vencer al que toque.
Alguna vez, cuando River definió casi toda la Libertadores de visitante, Marcelo Gallardo dijo que no le molestaba cerrar las series fuera del Monumental, teniendo en cuenta la regla del gol (contado como doble en caso de empate) de visitante. Pero sí prefería hacerlo de local en la final. Y así fue en aquella Copa de 2015, en la que River le ganó a Tigres, definida en el Monumental.
Entonces, la idea de River es terminar lo más alto posible entre los primeros. No podrá ser el mejor; ese lugar es de Palmeiras. Pero intentará quedar lo más cerca del conjunto paulista, dependiendo también de las definiciones de grupos como los de Corinthians y de Gremio. Para ello necesita un triunfo. Un empate también lo deja primero, pero entre las últimas posiciones de los líderes. Son detalles que no cuentan para el cruce de octavos, en el que incluso podría tocar un equipo argentino (¿Boca? ¿Independiente? ¿Atlético Tucumán?). Pero que podrían definir localías para más adelante cuando venga un cruce entre ganadores.
Enfrente, de todos modos, River tendrá a un rival brasileño que está recuperado y que vendrá al Monumental a buscar un triunfo que lo deposite en ese primer lugar que tanto anhela el equipo de Gallardo. En ese contexto, Flamengo -ese Flamengo con el igualaron 2-2 en el debut de ambos en la Libertadores- representa una amenaza para los de Núñez. Igualmente, tiene algunas bajas. Es que no estarán Diego, suspendido, ni el que iba a ser su reemplazante, Geuvanio, que está lesionado, al igual que los marcadores centrales Juan y Rever, quienes tampoco viajaron porque arrastran molestias. El que sí jugará es Vinicius Junior, la joya de 17 años que enfrentó a Independiente en la final de la Sudamericana y que ya fue comprado por Real Madrid por 45 millones de euros.Un atractivo extra para un duelo atrapante.
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