La denuncia del precandidato a la presidencia del FC Barcelona aumenta la presión sobre la directiva de Bartomeu
La pelota está a los pies de Josep Maria Bartomeu después de que la crisis generada en el FC Barcelona por su decisión de prescindir de cuatro directivos, que finalmente han sido seis, haya provocado un debate sobre su modelo de gestión y una auditoría respecto al Barçagate. A la espera de la remodelación de un consejo a la medida del presidente, que se resolverá en una reunión a celebrar en las próximas horas, se suceden las reacciones de los dimitidos, y también de los aspirantes a la presidencia del FC Barcelona.
El más perseverante y conocido es el empresario Víctor Font, cofundador y CEO de la consultora de telecomunicaciones Delta Partner, fundador del diario Ara, antiguo socio de Ferran Soriano y Marc Ingla en Cluster Consulting y miembro del equipo del propio Ingla en las elecciones de 2010. Font, cruyffista declarado y cuyo proyecto deportivo aspira a ser dirigido por Xavi Hernández, advierte en una carta abierta al socio que “lo que está en riesgo es el Barça; en peligro de quiebra económica y moral”.
La propuesta de Font, vehiculada en la plataforma Sí al Futur, solicita a la directiva que explique de manera “transparente la situación económica y la deuda total del club y en qué medida limita el plan de acción a corto plazo”, y pide que se retrase “la toma de todas aquellas decisiones estructurales que no sean imprescindibles”, dado que no se sabe cuál es el impacto del coronavirus, y por tanto es partidario de “aplazar la decisión del Espai Barça”, hasta que sea elegida la nueva directiva del club azulgrana.
A Sí al Futur le gustaría que se ofrezca “la máxima prudencia y transparencia” en las operaciones de fichajes y traspasos de jugadores, un asunto que también está siendo especialmente escrutado en el Camp Nou después de algunas inversiones cuestionables e intercambios de jugadores igualmente discutibles como fue el de Cillessen por Neto para cuadrar el pasado ejercicio 2018-2019. El equipo de Font entiende que el club se dirige hacia “la tormenta perfecta”, remarca la nota de Sí al Futur.
“Hay que empezar de cero, el modelo de gestión ya no sirve”, enfatiza el comunicado. “En condiciones normales, la gravedad de los hechos habría provocado” la petición de dimisiones y la convocatoria de elecciones. “Sería una irresponsabilidad no hacerlo, pero con el país confinado (…) es imposible recoger firmas, presentar candidaturas, hacer campaña y abrir las urnas este verano”, señala Font, partidario del voto por correo que todavía no se aplica en el FC Barcelona.
Font ha sido hasta el momento el único que ha mostrado decididamente su intención de concurrir a las elecciones previstas para 2021. La opción continuista ha quedado condicionada por la dimisión del vicepresidente Emili Rousaud, el candidato inicialmente designado para optar al cargo que dejará Bartomeu. También barajan la posibilidad de presentarse Joan Laporta, Toni Freixa y se espera sobre todo saber la decisión de Jordi Roche, apoyado por Sandro Rosell.
Ahora se aguarda la respuesta de Bartomeu. El presidente aspira a formar en las próximas horas un consejo de fieles que le permita finalizar su mandato en verano 2021. Necesita tiempo y argumentos para convencer a la oposición y a la opinión pública de su buena praxis sobre el Barçagate. La auditoría de PrincewaterhouseCoopers ha confirmado de momento, y de acuerdo con el diario Sport, que el club pagó un sobreprecio, o un precio fuera de mercado, por el contrato firmado con I3Ventures.
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