El Vissel Kobe vence en la final de la Copa del Emperador al Kashima Antlers (2-0) y el 'Guaje' se despide con un trofeo
El primer día de 2020 fue el último de David Villa como futbolista. Pero no fue uno cualquiera. Tampoco para el Vissel Kobe nipón. Andrés Iniesta, que fue titular, alzó la Copa del Emperador en esa última noche del asturiano, que sirvió también para inaugurar el estadio Olímpico que albergará este verano los Juegos Olímpicos de Tokio. El Guaje pisó por última vez el césped en el añadido, cuando su equipo ya se sabía campeón tras los goles ante el Kashima Antlers (2-0) de Inukai, en propia meta, y Fujimoto.
El primer título en la historia del Vissel Kobe fue el último en la de David Villa. No el más importante pero puede que uno de los más emotivos por ser el broche para una carrera de ensueño. Iniesta dirigió a los suyos sobre el verde y al descanso, tras los goles Inukai, en propia puerta, y Fujimoto, ya saboreaban el trofeo.
A Villa le tocó esperar hasta el minuto 92 del segundo acto para dar sus últimas carreras como profesional. La grada del Olímpico de Tokio le aclamó cuando entraba en sustitución de Podolski. La Copa del Emperador fue el 15º y último título de su cuenta, 16 años después de aquella primera Copa del Rey con el Zaragoza (2004) que descorchó un palmarés para el recuerdo.
Por el camino quedó el Kashima Antlers, favorito antes del arranque de la final. Y para la historia la foto de dos españoles, Andrés Iniesta y David Villa, al calor de esa Copa del Emperador. El broche de Villa, uno de los últimos zarpazos de Iniesta.
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