quarta-feira, 1 de janeiro de 2020

El último lío de José Mourinho en la derrota del Tottenham: "Fui grosero con un idiota"


Jose Mourinho recibe la tarjeta amarilla. PAUL CHILDS Action Images via Reuters
José Mourinho puso fin a su etapa en el Manchester United el 18 de diciembre de 2018, así que este era su primer maratón navideño desde hace dos años. Y no le ha sentado demasiado bien. El Tottenham cosechó una nueva derrota (1-0) en su visita al St. Mary's Stadium de Southampton y cerró su aparición en la Navidad futbolística británica con un balance descafeinado: un triunfo, un empate y dos derrotas. Cayó en casa ante el Chelsea por 0-2 el pasado día 22, ganó al Brighton por 2-1 el 26 y empató en su visita al Norwich el 28 (2-2) antes de visitar Southampton.
Unos resultados que alejan al conjunto londinense de los puestos de Champions League, a los que se había acercado desde la llegada del entrenador portugués el pasado mes de noviembre y a los que ahora observa a seis puntos después del empate del Chelsea. Desde la vuelta de The Special One a la Premier y hasta las jornadas navideñas, los Spurs sólo habían caído en Old Trafford ante el Manchester United y en Munich, ante el Bayern, en Liga de Campeones. Todo lo demás, victorias: cinco.
Pero la Navidad no ha sido amable con Mourinho, que también la ha acompañado con sus habituales polémicas dentro y fuera del campo. En el encuentro de ayer ante el Southampton, el portugués fue castigado con tarjeta amarilla después de acercarse hasta el banquillo rival y encararse con Ralph Hasenhüttl, entrenador local. Durante la retransmisión parecía que Mourinho estaba espiando las tácticas de su homólogo. Después en rueda de prensa se explicó a su manera. Reconoció que había sido «grosero..., pero grosero con un idiota». «Me merecía la tarjeta amarilla», reconoció, y explicó que la razón de su enfado y su acercamiento al cuerpo técnico rival habían sido las continuas pérdidas de tiempo de los recogepelotas locales desde que el local Danny Ings pusiera por delante al equipo en el minuto 17 del primer tiempo.
«La segunda parte no fue fácil», explicó Mourinho. «Ellos iban ganando y estaban defendiendo con los diez jugadores, luchando y siendo bastante agresivos, con muchas faltas y mucha pérdida de tiempo. Los recogepelotas estaban bien entrenados para retrasar el partido y que no se jugara», criticó. El enfado del ex entrenador del Real Madrid se acrecentó tras la decisión del VAR de anular un gol de Harry Kane, en posición ilegal por escasos centímetros. El delantero, además, se tuvo que retirar lesionado en lo que parece un problema muscular que le podría dejar fuera varias semanas. «Los árbitros no son los árbitros. El VAR debería cambiar el nombre porque lo de video assistant referee no es verdad. El VAR es el árbitroLos árbitros del césped no son los árbitros. Los otros son los que toman las grandes decisiones del partido».
Más tarde, el Manchester City de Guardiola superó al Everton (2-1) y se mantiene tercero a un punto del Leicester, que sigue sacando adelante sus partidos con contundencia: los de Brendan Rodgers vencieron en Newcastle por 0-3. El Liverpool, lejos, a once y con dos partidos por jugar.

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