Arthur es una indiscutible apuesta de presente y futuro del FC Barcelona

La Gazzetta dello Sport colocaba al futbolista brasileño como uno de los candidatos a entrar dentro de la operación del ​FC Barcelona para acometer el ​fichaje de Lautaro Martínez, ante el interés del Inter de Milan por reforzar su medular. La respuesta desde la Ciudad Condal llegó a cargo del diario Sport, que hace varios días abría su edición asegurando que el conjunto azulgrana había declarado a Arthur Melo intransferible.

El centrocampista de 23 años se ha ganado la confianza tanto de la directiva como del cuerpo técnico, donde Quique Setién se ha convertido en su mayor valedor al encontrar en él a un futbolista muy acorde a su estilo de juego. La posesión del balón y la creación del juego son dos de las mejores aptitudes de un Arthur que está llamado a ser una continuación del entrenador cántabro sobre el terreno de juego.

Su capacidad para encajar a la perfección en el esquema, su 'ADN Barça' y su proyección son las características que han llevado a la cúpula blaugrana a dejar fuera de cualquier operación, ya sea en forma de venta o de trueque, al que muchos comparaban con Xavi Hernández. Si bien es cierto que Arthur está muy lejos de significar lo mismo que el de Tarrasa, el camino que siguen desde su llegada al primer equipo es similar pues ambos tuvieron dificultades para adaptarse, pero cuando tuvieron la oportunidad demostraron de lo que eran capaces.

Arthur, después de superar esos primeros meses complicados, ha mejorado y ganado en importancia dentro del equipo, pero aún tiene mucho que demostrar. El brasileño da la sensación de no haber alcanzado su mejor nivel a causa de las continuas lesiones que le están impidiendo mantener cierta regularidad, por lo que en el FC Barcelona confían en que pronto se convierta no solo en el futuro, sino en el presente del club junto a Frenkie de Jong.

A todo esto habría que sumar la más que probable salida de ​Ivan Rakitic, lo que le permitirá disfrutar de un mayor número de minutos ante la previsible disminución de la competencia.

Éstas son razones de sobra para que el propio Arthur, que tiene contrato hasta 2024, tampoco quiera salir y esté dedicando parte de la cuarentena a seguir un plan específico de trabajo y una dieta para regresar en la mejor forma posible. Además de ponerse las pilas con el catalán.