El equipo de Alber Celades consiguió clasificarse para octavos gracias a un gol de Maxi Gómez en el minuto 15.
El Valencia, vigente campeón de la Copa del Rey, logró pasar su primera eliminatoria de esta temporada con un triunfo por 0-1 ante la Unión Deportiva Logroñés, de Segunda B, ante el que hizo valer un gol al cuarto de hora de juego y su oficio para aguantar después, pero poco más.
El Valencia buscaba un triunfo balsámico tras sus últimas derrotas, pero solo en el inicio del partido, y en algunas acciones aisladas del segundo tiempo, demostró su calidad y así superó a un rival que pagó muy caro el empezar el partido con complejos.
Porque el equipo de Celades empezó muy bien ante un Logroñés demasiado tímido; por eso marcó en el inicio del partido pero luego, en la recta final del primer tiempo y en casi todo el segundo, la iniciativa fue de los riojanos, que no solo hicieron un partido digno y plantaron cara a un rival superior, sino que tuvieron oportunidades para marcar, aunque no acierto.
El Valencia saltó al campo dispuesto a no conceder ninguna sorpresa, con una presión alta que ahogó a un Logroñés mucho más contemplativo.
De hecho, ya a los dos minutos de juego el campeón pudo adelantarse en una falta lanzada con precisión por Parejo que peinó Maxi Gómez, aunque en fuera de juego.
El Valencia dominó en la fase inicial del partido y mostró una superioridad física clara, con lo que dio la sensación desde pronto de que marcaría y lo hizo cuando se cumplía el cuarto de hora de juego, en una acción por la derecha de Ferrán Torres -al que su marcador dio demasiado espacio-, que "midió" un buen centro al área, donde Maxi Gómez remató de cabeza con acierto.
Por momentos el Logroñés quedó noqueado y sin reacción y estuvo a punto de entregar la eliminatoria ante un Valencia que le quitaba el balón y dominaba todas las zonas del campo.
En esa dinámica, primero Kang In, en el minuto 20, y luego Jaume Costa, en el 24, firmaron dos buenos remates y en ambos el local Olaetxea estuvo providencial y sacó el balón sobre la línea de gol.
Tras esas dos acciones el Logroñés despertó y el Valencia perdió algo de fuerza, quizás confiado en su superioridad.
Así llegaron los mejores minutos de los locales, que adelantaron líneas y llegaron al área del Valencia, donde su mejor ocasión fue un centro al área que Mangala remató al larguero de su propia portería.
Durante media hora del segundo tiempo continuó la misma dinámica, con un Logroñés ambicioso y cada vez más ofensivo y un Valencia contemplativo excepto en las pocas ocasiones en las que Parejo lograba controlar el balón.
Rayco, a los dos minutos del segundo tiempo, David, a los cuatro y en el minuto 28, tuvieron las mejores ocasiones de los riojanos, que suplían con entrega y fuerza su inferioridad técnica, pero que arriba evidenciaban sus limitaciones.
El Valencia quería que el partido pasara lo más rápido posible, movía la pelota y hacía un fútbol más práctico que profundo. Pudo, eso sí, maquillar el resultado en una nueva acción de Ferrán Torres, en el minuto 75, y otra de Gameiro poco después de entrar en el campo, en el minuto 80.
Pero tampoco había hecho méritos para más y terminó conformándose con un triunfo mínimo para seguir en la competición en la que defiende título. Demasiado poco con un equipo de Segunda B enfrente. Pero aún así, suficiente para romper una mala dinámica.
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