Desde la redacción del Real Betis y con el sello de VAVEL, traemos a nuestros lectores un emocionante reportaje acerca de la última gran noche de balompié vivida en la parte verdiblanca de la ciudad de Sevilla. Ocurrió una noche de junio, y el Real Betis salió campeón de España en una trepidante final en la que se enfrentó a Osasuna. Queda prometido que no faltará la emoción en cada una de las líneas de este reportaje. Acompáñanos.
El famoso cántico que tantas veces hemos podido escuchar en las gradas del Benito Villamarín y que representa un sueño que la parroquia bética comparte, describió una gesta de auténtica locura y fantasía que se hizo realidad un 11 de junio del año 2005. El Betis se coronaba como campeón de España 28 años después, y lo hizo en un estadio que buen recuerdo les trae a todos los que de verdad sienten este escudo: el mítico Vicente Calderón. Un campo donde también se consiguió la Copa del Rey de 1977. Una cuna de sueños para el beticismo.
A continuación os vamos a contar una historia que, todo bético que por aquel 2005 tuviera uso de razón, recordará por seguro. Vamos.
Primer asalto: los treintaidosavos en Alcalá
La primera parada de este viaje no fue ni fácil, ni cómoda. Serra, que se llevó a todos sus jugadores a Alcalá de Guadaira -y con Lopera en el palco-, dejó claro con sus actos que quería la Copa y que la prioridad que se le había dado era muy alta. El partido acabó con el marcador a gafas, y todo tuvo que solucionarse desde los once metros.
El Club Deportivo Alcalá vendió cara su derrota, y los verdiblancos tuvieron que sudar sangre para conseguirla. Los béticos no estaban acostumbrados a un campo de esas dimensiones, y eso se pudo ver durante los 120 minutos que duró el encuentro; cosa que los locales supieron aprovechar a la perfección, dejando al Betis con el agua al cuello hasta el último penalti de la tanda.
Los de Alcalá lucharon durante todo el partido, y en el descuento tuvieron una oportunidad de oro para echar del torneo al que, finalmente, acabó levantando la Copa. Se encontraron durante todo el choque con un gran Toni Doblas, que salvó a los suyos de lo que podría haber sido una derrota tan catastrófica como vergonzosa. Fernando tuvo un penalti en la prórroga que terminó desaprovechando, y que acabó llevando a su equipo a la tanda del KO.
La lotería de los penaltis favoreció al Betis. Acabó con un global de 2 a 4 penales marcados y dándoles un pase a la siguiente ronda de la Copa que, como vimos, no les salió nada barato conseguir.
De Alcalá de Guadaira a Cádiz, y tiro porque me toca
Cádiz y Betis siempre han destacado por la hermandad que los une. Esta temporada, y a parte del título que el Betis consiguió, el conjunto cadista acabó como líder de Segunda y, por ende, ascendiendo.
El Betis llegaría al Estadio Ramón de Carranza un 10 de noviembre de 2004 tras la agónica victoria ante el Club Deportivo Alcalá, donde se mediría a su amigo y rival, el Cádiz Club de Fútbol, para dar juego a los dieciseisavos de final de la Copa del Rey.
Los de Serra, a diferencia de su anterior partido, no tuvieron que sufrir tanto para comprar su billete a los octavos de final del campeonato. Un gol de Oliveira en el 32' y otro de Cañas en el 95' dieron luz verde al Betis para estar en la siguiente ronda copera. Dos pesos pesados del equipo fueron los encargados de solventar la eliminatoria, siempre recordados por su compromiso, su beticismo y por su entrega por este club.
Las rondas iban pasando y el Betis seguía en el sorteo. ¿Qué creerían los béticos a estas alturas del campeonato? ¿Empezaría alguno a creerse que el sueño de la Copa podría convertirse en realidad?
Lo cierto es que en la suerte les acompañó a la hora de sacar las bolas del bombo. En octavos consiguió evitar a los 'cocos', pues le tocó verse las caras con un Mirandés que por aquel entonces militaba en Segunda División B, y que acabó perdiendo la categoría pese a llegar hasta los octavos y ser eliminados por el campeón.
La suerte le acompañaba: objetivo Mirandés
El Mirandés se plantó en octavos con la moral alta, pues venía de cargarse a un histórico de nuestro fútbol como es la Real Sociedad, al que fulminó en los penaltis en un encuentro que se disputó en el feudo de los castellanos.
Fue en octavos de final cuando se empezaron a jugar las rondas a doble partido, y lo cierto es que solo en uno de esos dos el Betis luchó de verdad por pasar de ronda. Con un 1-3 en el partido de ida, los verdiblancos jugaron un partido de vuelta bastante más flojito, pero que de igual manera le sirvió para pasar a cuartos de final.
El 11 de enero de 2005 el Real Betis visitó el Municipal de Anduva para medirse al humilde Club Deportivo Mirandés. Los locales empezaron golpeando primero, pero la calidad y los millones se acabaron notando, y el en aquel día conjunto visitante consiguió darle la vuelta al electrónico marcando dos goles más que el rival, tres en total.
Los de Miranda del Ebro consiguieron el gol nada más empezar el segundo tiempo. Fue de falta directa, precioso, donde no pudo llegar Contreras; pero los béticos, con dos goles muy seguidos de Edú y Oliveira en el 74' y 75', respectivamente, consiguieron darle la vuelta a la tortilla, sentenciando el encuentro en el último minuto del tiempo reglamentario con un gol de Israel.
El partido de vuelta dejó mucho que desear, pero los de Serra consiguieron pasar a la siguiente ronda del KO sin aparente problema, empezando a creerse que el sueño de la Copa era posible, que la gesta se podía repetir de nuevo 28 años después del último título.
El sueño de la Copa iba tomando forma: La Gramenet para los cuartos de final
Sin hacer mucho ruido -o quizás sí-, la UDA Gramenet consiguió plantarse en cuartos de final eliminando a un club de la talla del Fútbol Club Barcelona en los treintaidosavos de final.
Este humilde equipo de la región de Cataluña también consiguió sacudirse al Levante en dieciseisavos de final, logrando, de esta manera, la mayor gesta de su historia en esta competición, que no son nada más y nada menos que unos cuartos de final. Chapeau.
Por suerte o por desgracia para ellos, les tocó verse las caras con el Real Betis Balompié. No mentimos si os decimos que el Betis sufrió de lo lindo para poder poder pasar esta eliminatoria. En el primero de los partidos, el de ida, disputado en casa de la Gramenet, la conclusión del encuentro se dio con un empate a dos goles, donde la igualdad mandó por encima de todo. ¿Sorprendente, eh?
Pero en el Villamarín también se sufrió. El Real Betis se fue al descanso con un resultado de 2-0, ventaja que se esfumó cuando la Grame empató el resultado inicial del Betis. En el 85' se consiguió sentenciar el partido con un libre directo magistralmente sacado por Assunçao para evitar la tragedia, pues dos minutos más tarde, los visitantes consiguieron hacer su tercer gol, dejando a toda la parroquia verdiblanca de piedra y pidiendo la hora en los minutos finales del encuentro.
Con mucho sufrimiento y una satisfacción tremenda, la bola del Real Betis estaría en el bombo de las semifinales, cuyos rivales podrían ser Osasuna, Athletic o Atlético de Madrid.
Cabe destacar lo que se celebró el pase de Osasuna a las semifinales de la Copa del Rey, pues eliminaron a su eterno rival, el Sevilla.
La última prueba antes de la gran final: turno para un rocoso Athletic
Corría el mes de abril cuando Betis y Athletic se citaron en el feudo verdiblanco para dar rienda suelta a la semifinal de la Copa del Rey. El 12 de mayo -en el partido de vuelta- se decidiría todo.
Dos partidos y ni un solo gol. Dos partidos muy rocosos, muy tensos y de muchas ocasiones, pero donde ninguno de los dos equipos consiguió ver puerta. El Athletic, muy duro, puso las cosas muy difíciles al Betis en una eliminatoria donde ambos conjuntos lucharon por llevarse la victoria y donde, finalmente, la suerte se acabó decantando por el lado verdiblanco.
Una tanda de penaltis de lo más bonita y tensa fue la balanza, y Luis Fernández el que la decantó. Ambos clubes llegaron a la muerte súbita y, tras un fallo de Ezquerro, Iñaki Lafuente -con toda la responsabilidad del mundo- no pudo detener el penalti del antes mencionado jugador bético.
Marcos Assunçao, Oliveira, Joaquín, Denilson, Lembo y Luis Fernández fueron los encargados de patear por parte del Betis; Del Horno, Yeste, Tiko, Orbaiz, Iraola y Ezquerro lo hicieron por los vascos. Toni Doblas fue el guardameta andaluz e Iñaki Lafuente fue el del Athletic.
El Betis estaba en la final después de todo lo sufrido. Después de todo lo sufrido no solo en esta eliminatoria, ni siquiera durante esta competición, ni esta temporada; sino durante toda su historia. Un equipo capaz de lo mejor y de lo peor, un equipo que de igual manera que da alegrías, también da llantos. Así es el Betis, señores. Y tras ocho años volverían a vivir una final, aunque esta vez festejando el triunfo. Para el recuerdo quedará esta tanda de penaltis, que sin duda quedó como uno de los momentos más tensos que se recuerdan en el beticismo.
La última noche de grandes gestas... la última gran noche de balompié: la final contra Osasuna
Llegó el día. Nervios y muchas ganas corrían por el cuerpo de los béticos. Imagínense el ambiente que se respiraba por las calles en la previa de aquel encuentro. A un lado, un equipo que nunca había ganado un título y que estaba ante una oportunidad de oro para conseguirlo; al otro, uno que buscaría la segunda Copa de su historia y que acabría encontrando una gloria que perduraría por los años. Casi 15 años han pasado desde aquella gesta y aún se sonríe al pensarlo, aún se emociona uno al recordarlo. Fue épico, y todos los béticos sueñan con volver a repetirla.
El partido tuvo un claro color verdiblanco, y hasta el tramo final del encuentro no llegaron los goles. Oliveira abrió el marcador con un gol de auténtico pillo en el 76'; y Aloisi lo hizo de cabeza en el 84'. Ambos equipos se fueron a la prórroga y, poco hay que decir del mítico gol de Dani. Corría el minuto 116 del partido cuando el trianero, a pase de Oliveira, fusiló la portería de Juan Elía para escribir el nombre del Betis en las páginas de la historia del fútbol español. Uno de los momentos más bonitos y emocionantes de la historia del club de Heliópolis. Fue algo mágico.
Tras esto, todo fueron alegrías y fiesta, tanto en Madrid como en Sevilla, y solo quedaba disfrutar de esa gran noche de gloria, de grandes gestas, de balompié, que se había logrado de forma muy merecida.
Personajes que mucho tuvieron que ver en este triunfo -que comenzó en octubre-, realizaron declaraciones que también quedaron para la historia. Joaquín: "Se lo dedico a todo el mundo"; Juanito: "No se le puede pedir más a este equipo"; Lopera: "El Betis ha hecho la mejor temporada de su historia"; Serra Ferrer: "He ayudado un poco a engrandecer la historia de este gran club".
Y el club, a parte de ganar este título, consiguió quedar cuarto en Liga y jugar, por primera vez en su historia, la UEFA Champions League la siguiente temporada.
Béticos, sueñen y prepárense porque, como bien dice el cántico, ''volveréis a la Plaza Nueva", porque "volverán las grandes noches de balompié''.
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