Cada figura tiene su sello. Un regate, un movimiento o una virtud que le diferencia del resto. Que impresiona a los aficionados y quedaba grabado en la retina de la historia. El Barcelona puede presumir de un elenco de estrellas que han brillado por encima del resto. Ahora, sin competición por coronavirus, es un buen momento para recordar algunos de ellos. Desde la elástica de Ronaldinho a la croqueta de Laudrup, pasando por el cambio de ritmo de Cruyff. Un lujo para el espectador.
La conducción con balón de Messi
El argentino no necesita presentación. Su repertorio es exageradamente amplio y sigue creciendo temporada tras temporada. De todos modos, si algo caracteriza a Leo es su peligro en los cambios de ritmo. El gol del Getafe, en abril de 2017, es uno de los mejores ejemplos: dribló sin descanso a los futbolistas rivales en una jugada de videoconsola para firmar un gol que ya es histórico.
Neymar: la lambretta
Uno de los más espectaculares de la lista. Neymar, ahora en el PSG, controla el balón con los dos pies y lo eleva por encima del contrario. Este movimiento ha provocado tanto aplausos en los seguidores azulgranas como críticas por parte de algunos rivales, al entenderlo como poco deportivo en según qué situaciones. Hace un mes, el futbolista fue amonestado en Francia por esta acción.
Xavi Hernández y su ruleta
El control del catalán del balón era insuperable. Así como su conocimiento del juego. Además de su precisión en el pase y su visión panorámica, la ruleta era su sello característico. Giraba sobre sí mismo para dar pausa al ritmo del partido, proteger el balón y dibujar un mapa mental del campo y la posición de sus compañeros. Fue clave en el Barcelona donde la posesión era un dogma.
La elástica de Ronaldinho
El regate favorito de la sonrisa más famosa del Barcelona. "Hay movimientos para ganar tiempo, pero éste es el más productivo y artístico. Es una jugada que genera espacio y, cuando sale bien, alguien puede caerse", relató el propio Ronnie. El brasileño cambia el balón de dirección con la misma pierna y deja sentado a los contrarios.
Ronaldo: pura potencia
Cuando el brasileño fichó por el Barcelona en 1996 tardó muy poco en impresionar a la afición del Camp Nou. Su definición y su potencia eran de otro nivel. Goles como el del Compostela de octubre de 1996, que el propio atacante ha definido como su mejor tanto, evidenciaron que se trataba de un ariete extraterrestre. También repitió contra el Valencia. En la campaña 1996-97 firmó 49 dianas.
La croqueta de Laudrup
El danés supera a sus rivales con un regate sencillo y muy visual. El futbolista cambiaba el balón de pierna y con un toque suave proseguía su carrera. Simple, plástico, efectivo y muy elegante. Después de Laudrup, Andrés Iniesta fue considerado como uno de los mejores herederos de este movimiento tan característico. La clase del manchego también está fuera de toda duda.
Romario y la cola de vaca
Los delanteros brasileños siempre han dejado acciones para enmarcar en Can Barça. El punta, uno de los mejores atacantes que han pasado por el Camp Nou, controlaba el balón con la pierna derecha y lo arrastraba con velocidad para descolocar al defensa rival. Romario lo popularizó dejando sentado a Alkorta el 8 de enero de 1994, en el 5-0 contra el Real Madrid.
El regate de Cruyff
El holandés es una de las figuras más relevantes de la historia del Barcelona. Tanto por su labor como entrenador como por su habilidad en el césped. Sus regates y sus cambios de ritmo eran temidos por los rivales. Popularizó su recorte con el tacón y girando 180 grados en el Mundial del 74 dejando sentado al sueco Jan Olsson. Aunque sus recursos eran ilimitados.
Los tiros con efecto de Kubala
Ladislao Kubala fue un futbolista revolucionado en el Barcelona. Su juego de fantasía dejó claro que los 45.000 espectadores del antiguo estadio de Les Corts no bastaban. Culpa de ello la tuvieron sus tiros con efecto, una delicia técnica que hasta entonces no era nada habitual en los terrenos de juego españoles. También es recordado por sus 'paradinhas' en los penaltis.
Stoichkov, garra y verticalidad
Fue una de las figuras del Dream Team de Cruyff. Su verticalidad, temperamento y estilo de juego, marcado por los cambios de ritmo y la verticalidad, le bastaron para ganarse el cariño de la afición azulgrana. Jugó ocho temporadas con el Barcelona, en las que disputó 198 partidos de Liga y consiguió 88 goles.
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